El suplemento ofrecido es remunerativo, pero no bonificable, lo cual implica que no se incorpora al sueldo básico ni impacta en la futura jubilación de los docentes. De la misma manera desfinancia nuestra obra social. Este tipo de medida refleja una política de ajuste salarial insuficiente y temporal.
La ampliación de la carga laboral a 25 horas semanales no viene acompañada de mejoras en infraestructura de nuestras escuelas, ni de recursos pedagógicos. Esta medida incrementa el desgaste y la sobrecarga laboral de lxs docentes.
El régimen de jornada extendida se plantea como "optativo" para los docentes titulares e interinos, pero su implementación excluye a muchxs otrxs docentes. Esta exclusión crea una situación de desigualdad y limita la participación de numerosxs docentes, debilitando de esta manera nuestro espíritu de igualdad.
El Ministerio de Educación delega en los equipos directivos la reorganización de los horarios y actividades para atender la jornada extendida sin ofrecer recursos ni apoyo adicional. Esta sobrecarga administrativa impacta negativamente en la organización escolar, restando tiempo y energía a la atención pedagógica que lxs estudiantes requieren. Sin los recursos necesarios, la implementación de esta medida resulta arbitraria y carece de sustentabilidad.
Los valores anunciados para el suplemento son insuficientes para afrontar la realidad económica actual en la que nuestros salarios están muy por debajo de la línea de la pobreza. Si bien el suplemento es actualizable, esta promesa no ofrece garantías reales en un contexto de inestabilidad y decretazos a los que intentan acostumbrarnos. Exigimos un salario que nos permita llegar a la canasta básica y no dependa de medidas temporales, arbitrarias e impuestas
Finalmente, nos preocupa que esta ampliación de la jornada se presente como una medida para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje sin que se hayan propuesto recursos adicionales que acompañen este cambio (infraestructura, comedor, materiales, etc.).
Por lo expuesto exigimos:
Que este régimen sea justo y contemple verdaderas mejoras tanto en infraestructura como en condiciones laborales.
Que sea bonificable, para que impacte en el sueldo básico y que este gobierno no siga desfinanciando nuestra obra social y jubilación.
Acompañamiento y reconocimiento económico a equipos directivos, para que puedan organizar las actividades sin sobrecarga administrativa y con los recursos necesarios.
De este gobierno aún, esperamos garantías salariales reales que reconozcan el esfuerzo y la dedicación de lxs docentes en el contexto económico y social actual.