Personal de policía, con órdenes claras del Ministerio de Seguridad intimidó a menores de edad, solicitando identificaciones, tales como domicilios y DNI, así también, la inusual pregunta sobre si pertenecían a un centro de estudiantes. Situación de alarma porque se semejan a las más oscuras épocas de nuestro país.
Es un accionar policial que vienen desplegando, desde hace tiempo, hacia los amplios sectores de la juventud y que crece cada vez más como lo vemos en la plaza del barrio de la escuela y las inmediaciones del barrio Agote particularmente. También se repudió la salvaje detención con golpiza a la compañera Georgina Orellano, dirigente de AMMAR y CTA, sufrida en la ciudad de Buenos Aires, hechos nada casuales, sino que hacen a la política represiva de los gobiernos.
Exigimos al ministro de Seguridad, Sr. Cococcioni que pare con la persecución a la juventud y lxs estudiantes. Estamos hablando de menores de edad.
Exigimos cuiden a las infancias y las adolescencias.
Compartimos el texto elaborado por el Centro de Estudiantes y por el docente Pablo Coppa.
"En lo que llevamos transitado de este año 2024, nuestra provincia de Santa Fe ha entrado en una espiral impensada hace un año atrás, hasta llegar a la virtual suspensión derechos y garantías civiles y constitucionales en la que nos encontramos hoy.
El ensañamiento ha sido especialmente cruel con lxs trabajadorxs estatales, y entre ellxs, particularmente con lxs Docentes, trabajadoxs (que eso somos) de la Educación.
Comenzó con una persistente y claramente planificada campaña de desprestigio ante la opinión pública, plagada de mentiras, pero que abrió las puertas a una sucesión de violaciones flagrantes a los derechos adquiridos a lo largo de décadas de lucha y construcción: una rebaja salarial inédita en 40 años de democracia. La suspensión de servicios y coberturas de nuestra obra social, con las consecuencias que ello implica sobre nuestra salud. La implantación arbitraria del llamado “premio a la asistencia perfecta” para lxs Docentes, una limosna que apenas maquilla los salarios escandalosamente devaluados y que los datos demuestran que no ha solucionado el problema del ausentismo laboral, cuyas causas se encuentran en las deplorables condiciones laborales y no en los incentivos económicos. Una reforma previsional salvaje e inhumana, que vulnera hasta límites inimaginables el presente y el futuro de las ya muy vulneradas clases trabajadoras y los más vulnerados aún trabajadorxs jubiladxs. Y finalmente, la siniestra frutilla de este amargo postre: la detención de trabajadores Docentes y no Docentes (entre ellos, un Docente de nuestra Escuela) por ejercer el legítimo derecho a peticionar ante las autoridades, derecho consagrado en nuestras Constituciones Nacional y Provincial, y su vergonzoso tratamiento como si fueran peligrosos delincuentes comunes, más su procesamiento penal, que como colectivo de trabajadorxs provinciales seguimos reclamando que se deje inmediatamente sin efecto.
Cuando creíamos haber visto todo sobrevino, lisa y llanamente, el HORROR. No hay otro adjetivo para calificar lo vivido por nuestrxs Estudiantes en los últimos días. Nunca creímos que, en Democracia, el avasallamiento de nuestros derechos como clase trabajadora que no supimos o no pudimos frenar, extendería sus garras voraces sobre los más vulnerables entre los vulnerables: lxs adolecentes, lxs jovenes, lxs Estudiantes secundarios. Vulnerar derechos es siempre gravísimo, a veces incluso criminal. Pero vulnerar los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, consagrados internacionalmente, es además perverso. Avanzaron hasta donde se lo permitimos, por falta de organización, de fuerza colectiva, por desgaste, por contexto histórico… lo que sea. Pero ahora se metieron con los que más amamos, con nuestra razón de ser como trabajadorxs Docentes, con aquellxs por quienes elegimos esta profesión maravillosa; se metieron con quienes, al mismo tiempo que Estudiantes, son nuestrxs maestrxs de vida. Lxs que nos enseñan todos los días, en cada gesto, en cada palabra, en cada discusión, en cada sonrisa, en cada saludo, que hay un mundo por mejorar más allá de nuestro propio ombligo. Y no lo vamos a permitir. Nuestra obligación Ética, profesional y humana, tiene como principal mandato la defensa, la protección, el acompañamiento, la formación académica y afectiva de lo más valioso de una sociedad: lxs Jóvenes. Como dice Manuel Becerra: en tiempos de tanta banalización del mal, tal vez sólo nos queda recuperar la ternura. La ternura como acto poético y profundamente político. Porque en tiempos de tanto odio desatado, de tanta vulneración de derechos, de tanto abuso de autoridad, de tanta perversión ejercida impunemente desde el poder, la ternura es auténticamente revolucionaria.
Por eso aquí estamos hoy sus Docentes. Como estuvimos siempre y como estaremos siempre. Aquí estamos aprovechando la visibilidad que siempre tuvo esta Escuela para hablar en nombre de otrxs Estudiantes de nuestra ciudad que han sufrido el mismo abuso de autoridad, las mismas intimidaciones, y que no han tenido la suerte que se hiciera público. Eso nos da una responsabilidad mayor aún, de la que debemos hacernos cargo.
Aquí estamos, golpeados, maltrechos, casi rotos, pero nunca entregados. Para pedirles perdón por haber fallado en cuidarlos, en protegerlos. Para comprometernos a redoblar nuestros esfuerzos para seguir construyendo juntos un mundo más justo y solidario. Para abrazarles fuerte. Y para recordarles que les queremos mucho."