Por eso se hace más necesario que nunca recuperar las mejores tradiciones de solidaridad del movimiento obrero.
El miércoles en el acto en Plaza San Martín y el jueves con el paro y las asambleas que hicieron en cada fábrica sentimos el fuerte abrazo solidario de todos y cada uno de ustedes.
Los compañeros detenidos nos contaron de la emoción que los conmovió cuando se enteraron del paro que habían dispuesto para reclamar su libertad.
Logramos que los liberaran, pero sabemos que la lucha sigue.
¡Viva la lucha de los trabajadores!
¡Viva la unidad de la clase obrera!