Si vamos a utilizar el término “epidemia” y nos basamos en su estricta etimología, ésta se define como la “aparición constante de una enfermedad en un área geográfica o grupo de población determinados”, o también a una “alta prevalencia crónica de una enfermedad en dicha área o grupo”.
Hasta el presente sólo existen cuatro (4) enfermedades reconocidas a lxs docentes para acceder a lo que se conoce como “licencias por enfermedad profesional”. Podríamos decir que siendo las disfonías una de esas sólo cuatro enfermedades (además del hantavirus en caso de maestros rurales, la Hepatitis A para maestros de nivel primario y las varices bilaterales primarias) no es anómalo que las licencias más solicitadas sean por dificultades en la voz.
Esta (mal llamada) “epidemia” surge a causa de no tener claras a nivel de las políticas públicas cuáles son las pautas imprescindibles para su prevención, en este caso preciso la íntima relación preexistente entre las condiciones laborales inadecuadas y el correcto uso de la voz.
Desde Amsafe Rosario a través de: Talleres de Prevención de Disfonías Docentes, Charlas de Introducción al Uso de la Voz en los distinto Profesorados de Formación Docente y a lxs Delegadxs Gremiales, venimos reclamando y denunciando de forma ininterrumpida en estos 20 años las pésimas condiciones en las que se desarrolla la tarea docente y la falta de espacios dentro y fuera de la carrera docente que enseñen a usar la voz proyectada en el aula, al aire libre, etc.
Entonces: ¿Podemos seguir hablando de “epidemia” siendo que estamos ante una enfermedad profesional que se adquiere en el trabajo y es reconocida por la ley 24.557 artículo 6 inciso 2 decreto 658/96? Definitivamente NO. Una vez más el hacer uso de esa licencia, que es un derecho de los profesionales de la voz (docentes, operadores telefónicos, actores, etc.), es puesto bajo sospecha.
Demuestra muy poco conocimiento sobre el tema de parte de los medios y de las autoridades pretender que si no se nos enseña técnica vocal, si no tenemos las condiciones acústicas, edilicias e institucionales que nos ayuden a preservar nuestra voz, la licencia por disfonías no siga siendo por derecho la más recurrente dentro de las enfermedades profesionales (además de en la práctica casi la única reconocida).
En relación a este “aparato mágico” llamado estroboscopio es necesario dar a conocer al público general que sólo se diferencia de un endoscopio (con el que cualquier ORL realiza el estudio de pliegues vocales) en que está equipado con una cámara de video y una luz (estroboscópica) que emite destellos a una velocidad similar a la de la vibración de las cuerdas vocales, creando un efecto de cámara lenta para poder evaluar la función vibratoria de las cuerdas vocales. Un estroboscopio es muy útil para saber si las vibraciones se dan igual en ambos pliegues vocales (que suele ser un indicador importante para las patologías por falta de cierre) pero para el resto de los diagnósticos (como ser: esbozos nodulares, nódulos, pólipos o edemas) con solo una endoscopia laríngea es suficiente.
El Autoseguro de Riesgo del Trabajo de la provincia de Santa Fe (DIPART) solo lo realiza este estudio en la ciudad de Santa Fe, lo que obliga al docente aquejado por la patología a trasladarse por sus propios medios y a solventar ese gasto que será reintegrado “algún tiempo después” …
También resaltamos que este descenso en el pedido de licencias por enfermedad profesional se debe al rechazo de las mismas sin un argumento válido. Este rechazo es presentado ante comisiones médicas y en el 90% de los casos terminan resultando favorables a lxs docentes por lo que finalmente el autoseguro (DIPART) es obligado a dar la licencia y la rehabilitación como lo establece la ley.
Desde Amsafe Rosario, con estos 20 años que nos avalan en el trabajo de promover y fomentar la salud integral y laboral de lxs docentes, respondemos que para terminar con la “epidemia de los problemas de la voz” exigimos:
1) Medidas de promoción y prevención para la salud de la voz desde los profesorados que tengan continuidad.
2) Que los estudios para determinar presencia o no de patología vocal se realicen en Rosario
3) Que las enfermedades profesionales rechazadas sin argumento válido como enmarca la ley 24.557 sean aceptadas
4) Que la regularización del funcionamiento de la Dipart pueda dar respuesta inmediata a la situación que atraviesan nuestrxs compañerxs en licencia por enfermedad profesional, no solo en la renovación de las licencias en tiempo y forma, si no en brindar la información necesaria desde el inicio del trámite hasta su finalización sin que lxs compañerxs tengan que deambular buscando respuestas.
“Que el uso de nuestros derechos laborales amparados por ley, como la licencia por una enfermedad profesional, no sea puesta bajo sospecha.”
Amsafe Rosario en la defensa de la Salud de nuestrxs compañerxs docentes.