Entendemos que una reforma de nuestro sistema educativo es necesaria, sin embargo, coincidimos en la falta de consulta y debate con las bases y las familias que se ven seriamente afectadas en su organización familiar.

Estas reformas deben estar acompañadas de mayor presupuesto para garantizar las condiciones edilicias, recursos materiales y normativas claras mínimas que necesitan las escuelas para poder funcionar.