Quienes en pandemia fueron llamados las y los primeros "esenciales" por todos los gobiernos, hoy son material de descarte, víctimas de la precarización estatal y los bajos salarios.
Las y los trabajadores de la salud de nuestra región comienzan a andar el camino que ya transitaron las y los residentes y concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires que producto de un descontento que se viene acumulando hace tiempo, dieron una lucha ejemplar en la cual lograron un aumento de 99% llegando a un piso de $200.000. Para lograrlo, fueron también un ejemplo de unidad, apelando a asambleas masivas en cada hospital donde todas y todos votaron las medidas de lucha. Uniendo lo que tantos otros buscan dividir, lograron un gran triunfo.
Esto se une a la lucha que venían llevando a cabo trabajadores municipales que se reúnen en la asamblea de autoconvocados, a los trabajadores provinciales como se viene dando en el hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez, hace algunos meses en el Eva Perón de Granadero Baigorria, y luchas que se ve en diferentes sectores de salud.
Nuestro apoyo a esta lucha no solo es por la elemental solidaridad de clase, sino que responde a una tradición de unidad con muchas de las luchas que han llevado adelante. Esta tiene que ser un nuevo capítulo que ante el ajuste en curso nos encuentre en nuevos y mejores espacios de unidad.