La más común es la diabetes tipo 2, generalmente padecida por adultos, que ocurre cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o no produce suficiente insulina. En las últimas tres décadas, la prevalencia de la diabetes tipo 2 ha aumentado drásticamente en países de todos los niveles de ingresos.
La diabetes tipo 1, también conocida como diabetes juvenil o diabetes insulino-dependiente, es una afección crónica en la que el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo.
También existe la diabetes gestacional, que ocurre durante el embarazo. Es una hiperglucemia con valores de glucosa en sangre por encima de lo normal pero por debajo de los diagnósticos de diabetes. Las mujeres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Posiblemente, sus hijos también corren un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 en el futuro. La diabetes gestacional se diagnostica mediante pruebas de detección prenatales, tomando muestras de sangre de la mujer embarazada.
El diagnóstico temprano se puede lograr mediante simples pruebas de azúcar en sangre.