Se trata de una iniciativa lanzada desde el Ministerio de Educación de la Nación y bajada por el Ministerio provincial sin ningún debate real con la docencia y la comunidad toda.

Más que una respuesta real a una crisis educativa que sin dudas tiene múltiples aristas, la iniciativa apuesta a hacer creer que las autoridades educativas tienen una salida sostenida en la idea, tan simplista como equivocada, que más tiempo significa mejor educación.

La jornada extendida que arrancó en las escuelas rurales a comienzos de octubre y ya empieza a ser una realidad en escuelas urbanas afecta directamente la organización escolar y familiar y vulnera seriamente derechos laborales.

Sobre el final del ciclo lectivo se le impone a lxs niñxs y sus familias un cambio del horario y del formato escolar sin ninguna consulta ni fundamentación serias.

En escuelas periféricas y rurales, durante los meses en que amanece más tarde y la noche se hace presente más temprano, el problema de la inseguridad se incrementa siendo esto no un dato menor en el contexto social y de violencia por el que estamos atravesando en el Departamento Rosario.

 Toda la organización escolar se verá modificada radicalmente incorporando más personal y tareas de gestión y administración, sobredemandando los espacios y acortando los tiempos para la limpieza, sabiendo que debemos ser garantes de la salud de nuestros estudiantes. Esta problemática se profundizará en las escuelas que cuentan con comedores escolares. Ya la implementación de la jornada ampliada en muchas escuelas mostró la gravedad de estos problemas, pero parece que las autoridades pretenden mirar para otro lado.

Peor aún será la situación en escuelas que en pleno siglo XXI no tienen garantizados en forma permanente servicios básicos como el gas, la electricidad, la conectividad y, en ocasiones, hasta el agua.

Pero además la jornada extendida viene de la mano de una fuerte precarización laboral. La propuesta de agregar una hora por día a la jornada laboral es sin dudas una mala solución que no contempla nuestros derechos. Mucho más cuando se informa que, por fuera de toda normativa, en esas horas no habrá derecho a la titularización ni al traslado. En particular, los casos en que sea un docente el que tome únicamente estas horas y se vea obligado a ir a la escuela todos los días para desempeñar solo 40 minutos da una idea del grado de improvisación y precarización al que pretenden llevarnos. Todo además sin capacitación ni orientaciones claras.

 Se habla del formato taller, pero claramente no podrá trabajarse con esta dinámica.

 Sabemos que en las escuelas estas horas se están cubriendo. Es que lxs docentes estamos atravesadxs por un salario de pobreza y esto prácticamente nos obliga a acumular horas para lograr un ingreso que se acerque a cubrir las necesidades básicas de nuestras familias en detrimento de nuestras condiciones de trabajo y de salud.

 Entendemos que nuestro modelo educativo necesita un cambio, pero creemos firmemente que este debe ser generado desde el conjunto de la docencia y no impuesto inconsultamente ya que somos nosotros, lxs docentes, quienes ponemos el cuerpo dentro de cada salón en todas las escuelas de la provincia.

Al autoritarismo al que nos tiene acostumbrado este Ministerio debemos responder con firmeza y unidad. Reclamamos a la CD Provincial de Amsafe que impulse un debate en toda la provincia en donde podamos construir colectivamente la postura a asumir como sindicato en defensa de la escuela pública y nuestras condiciones de trabajo.