La inflación es el arma elegida para pulverizar nuestros ingresos. No es ninguna novedad pero en estos tiempos se ha transformado en una realidad dramática. Cada día son más los salarios y jubilaciones que quedan por debajo de la línea de la pobreza. Los nuevos anuncios apuntan directamente a recortar el empleo público, aumento de tarifas con el fin de cumplimentar las metas impuestas en el acuerdo con el FMI y el pago de la deuda externa.

En nuestro país hay importantes sectores de la economía que están teniendo grandes ganancias pero a lxs trabajadorxs nos toca padecer las políticas de ajuste impuestas por orden del FMI. Pese a las ya gastadas promesas oficiales la desigualdad en nuestro país no para de crecer y las conducciones de las centrales sindicales miran para otro lado, manteniendo su alineación a los gobiernos. Sobran los motivos para exigir a las Centrales Obreras (CGT/CTA/CTERA) un Paro nacional y urgente plan de lucha.

En Santa Fe el gobernador Perotti y su Ministro Agosto sostienen el superávit de las cuentas públicas sobre salarios de miseria, raciones de comedor escolar de vergüenza y edificios escolares en pésimas condiciones.  Afectando a las infancias postergadas, la pobreza infantil llegaba al 51%, ahora la escalada inflacionaria la está multiplicando, sus familias son cada vez más pobres, la juventud sufre la precarización laboral y la falta de trabajo.

En este marco Pusineri, el Ministro de Trabajo, no cumple con su obligación de convocar a la reunión paritaria y miente diciendo que los salarios no están perdiendo con la inflación.

Vivimos en una provincia agro-exportadora, con cerealeras, aceiteras y puertos por donde se fugan millones de dólares. Plata hay para dar respuesta a nuestras necesidades más urgentes. Exigimos la reapertura de paritarias y un salario que cubra el costo de la canasta familiar: $170.000. La mayoría de lxs docentes padecemos salarios bajo la línea de la pobreza y ni hablar de la terrible situación de quienes alquilan.

¡Esta situación de crisis ya no se aguanta más!

Por otro lado la falta de fondos golpea a las escuelas públicas. En pleno siglo XXI algunas no cuentan con los más elementales servicios como el gas, acceso al agua o luz eléctrica. Reclamamos un presupuesto educativo que debe incluir la necesidad de cargos docentes, equipos interdisciplinarios territoriales que atiendan la problemática de violencia y vulnerabilidad de las comunidades escolares.

La terrible realidad es que el gobierno provincial nos está robando. Vía la inflación se está quedando con una parte de nuestros ya recortados salarios.

El cuadro muestra que va a pasar en estos meses si no se da una recomposición inmediata del salario docente. Para realizar este análisis tomamos el acuerdo paritario firmado (restan los dos escalones de agosto y septiembre que se van a cobrar a comienzos de septiembre y octubre) y proyecciones inflacionarias más bien modestas: 8% para julio, 6.5% para agosto y 5% para septiembre.

Ya basta de postergaciones.

La demorada Asamblea Provincial debe ser el punto de lanzamiento del plan de lucha que necesitamos para defender el salario y todos nuestros derechos