La comunidad educativa ha sufrido la profundización de un modelo neoliberal. En las escuelas públicas de nuestra ciudad vivimos diariamente las consecuencias de la privatización, la concentración de los aspectos fundamentales de la producción y el comercio, y la mala distribución de las riquezas. Ejemplo claro de esto, es que gran parte de las escuelas públicas de Rosario aún sufren la rigurosidad del invierno sin gas, sin sistemas de calefacción, donde no están las condiciones para ofrecer ni un matecocido a nuestrxs alumnxs, quienes muchas veces comen, con suerte, una comida diaria. Indignante en “un país productor de alimentos”.
Contraponiendo esta perversa cara, en las escuelas públicas educamos para recuperar y defender nuestro territorio, educamos en derechos, enseñamos a pensar, a ser críticos. En la escuela se enseñan los resultados de la ciencia y la investigación, los procesos de cambio social, se transmite y se inscribe en la cultura de los pueblos. Los docentes estudiamos y nos preparamos continuamente para enseñar.
La situación actual, nos obliga a recordar que está vigente la Ley de Educación Ambiental, es por ello que también nos abocamos a la tarea de resaltar el valor intrínseco de los humedales. Los múltiples beneficios que tiene para nosotrxs, como reservorio de agua dulce y aire puro. ¿Qué podrán enseñar estos grupos de poder al respecto? ¿qué formación tienen para poder enseñar?
Como Sindicato, no reconocemos a la Bolsa de Comercio de Rosario como una institución preocupada por los valores y principios que animan nuestro trabajo en las aulas cada día, sino todo lo contrario. Su ideología está al servicio de la entrega de nuestros territorios para su expoliación y mercantilización, en detrimento del cuidado ambiental y social.
Repudiamos este tipo de convenios y exigimos una vez más que el Ministerio de Educación dé las respuestas necesarias, con el presupuesto necesario, para poder garantizar mejores condiciones de enseñanza aprendizaje.