En nuestra región la violencia es una realidad cotidiana que no para de crecer. En algunos casos la sufrimos de manera directa como en el caso del brutal asesinato de María de los Ángeles Paris, nuestra compañera que fue asesinada en la Comisaría 10° hace ya 5 años y cuyo crimen sigue impune.
Pero además no podemos desconocer que el complejo entramado del narcotráfico tiene entre sus protagonistas a muchos actores estatales: policía, poder judicial, poder político. Y ahí las víctimas fatales se cuentan de a centenares; entre ellas la niña de apenas 6 años asesinada el sábado.
Basta de violencia institucional. Basta de muertes. Basta de matar a nuestrxs alumnxs.