Creemos que se trata de un anuncio que apuesta más a impactar en la opinión pública que a dar respuesta a los serios problemas que atraviesa hoy el sistema educativo.
La crisis educativa a la que nos trajeron los distintos gobiernos no se resuelve por reloj, sino con mayor presupuesto, mejores salarios y un combate frontal contra la pobreza y la creciente desigualdad.
Sin ningún debate, sin ninguna claridad pedagógica, se busca imponer un cambio en nuestro régimen laboral docente y también en la vida escolar de lxs niñxs y en la organización familiar de sus familias.
Considerar que a la crisis de la educación se responde con una simple cuestión de cantidad es desconocer la integridad del proceso educativo y las múltiples dificultades que hoy lo atraviesan.
No se trata de hacer demagogia sino de garantizar la actual cursada. Las autoridades educativas deben empezar por dar respuesta a las múltiples carencias que existen hoy en nuestras escuelas; faltan cargos y horas cátedras, faltan espacios en condiciones para el desempeño de las tareas de enseñanza-aprendizaje, faltan salarios adecuados, faltan políticas de formación docente en servicio, falta una adecuada asistencia alimentaria, faltan recursos didácticos, etc., etc.
Los recursos deben provenir de aumentar los impuestos a los sectores más ricos y de desconocer el pago de una deuda externa ilegítima e ilegal.
Frente al autoritarismo ministerial necesitamos la convocatoria urgente a una Asamblea Provincial y a un Congreso de Ctera como los ámbitos democráticos indispensables para desarrollar el debate en todas las escuelas y definir colectivamente el mandato a llevar a paritarias y los pasos a seguir.