Desde que se retomó la presencialidad en la escuela N° 251, no se cumplen los protocolos en el marco del Covid-19. Hay salones sin ventilación cruzada y que no cumplen con las dimensiones adecuadas para poder dictar clases.
Las sensaciones son muchas y en pocas palabras lo explica Silvana Núñez, docente de la institución: “Las condiciones son muy malas, la sensación que tengo es de mucho acompañamiento de los chicos, que entienden la situación, y la de la responsabilidad de lxs docentes al no naturalizar estas situaciones, que no podamos garantizar agua en la escuela, el uso del baño, que no haya luz. Esto nos permite luchar por las condiciones dignas de enseñanza y aprendizaje”.
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