Transcribimos el escrito realizado por los equipos interdisciplinarios de las escuelas especiales.

Desde los equipos interdisciplinarios de las escuelas especiales REPUDIAMOS la ley que estipula el uso de la pulsera azul como instrumento de identificación para las personas diagnosticadas con TEA.

Consideramos que dicha identificación es una marca discriminatoria que antepone el diagnóstico a la cualidad de persona y contradice la promoción de una sociedad inclusiva. Por el contrario, promueve la patologización, borrando las singularidades de cada sujeto.

Desde las escuelas especiales, trabajamos acompañando a cada niño, niña y adolescente para que descubra sus formas de estar en la sociedad y construyendo herramientas para que ello ocurra.

De igual modo, trabajamos con la comunidad de aprendizaje para lograr una transformación social que permita que todos habitemos el espacio social, respetando las diferencias, fomentando el respeto, la tolerancia y la cooperación.

Por lo expuesto, sostenemos que usar una pulsera como etiqueta opaca las subjetividades y las posibilidades de construir una convivencia inclusiva, convirtiéndose en una marca discriminatoria y estigmatizante.