Nadie que no pueda satisfacer las necesidades básicas, puede estudiar. Pero ella se sobreponía. Muches compañeres les daban ánimo para que siguiera estudiando y no se “desconectara”. Como podía, Camila hacía frente a una cantidad importante de problemas, de los que son responsables los gobiernos y las bandas que están transformando los barrios en verdaderos campos de batalla.
Los y las que trabajamos en educación y aspiramos a una sociedad más justa queremos honrar su memoria y la de tantas víctimas del “gatillo fácil” de la policía y de la violencia de las bandas que asolan los barrios.
Y lo hacemos exigiendo a la justicia que investigue y juzgue a los que se están llevando la vida de tantos jóvenes. Sabemos que quienes con sus políticas perjudican a los trabajadores y a todo el pueblo son los principales responsables de la miseria y violencia que se vive en los barrios. Esos responsables tienen nombre y apellido.
El dolor de la familia de Camila es nuestro dolor.
Justicia por Camila
Que el gobierno garantice las necesidades básicas de vida para alumnes y docenes.
Basta de matar a nuestrxs alumnxs.
Enzo profe de Camila Blanca.