Tanto Perotti como el gobernador saliente “M.L” tomaron el compromiso vía pacto fiscal para que la nación fijara la iniciativa de financiar el déficit de las cajas previsionales, extendiendo durante 90 meses la moratoria a 13 provincias que no las transfirieron. Es otro de los puntos que aparece como atractivos para varios gobernadores.
A inicios de la gestión de Omar Perotti, su ministro de gobierno Esteban Borgonovo declaró que, aunque la nación pagara la totalidad de la deuda que tiene con la caja previsional de Santa Fe seguiría el déficit, y que sólo con modificaciones “de fondo” se podría autofinanciar la Caja. Con la pandemia el intento de reforma jubilatoria inscripto en el programa de gobierno del PJ quedó congelado, pero la avanzada en Córdoba debe alertar a todos los trabajadores santafecinos.
Recordar que durante el gobierno de Carlos Reutemann se aplicó en Santa Fe la ley de emergencia previsional que instaló el aporte del 14,5 % de los salarios, por arriba del 11% que aportan los trabajadores de los regímenes armonizados, que es el descuento para la Caja que rige hasta hoy. Por la emergencia, Reutemann estableció este descuento, pero sin el 82% móvil, con jubilaciones paupérrimas, con docentes y estatales que no podían jubilarse, hasta los 60 años, con un 70% del sueldo en blanco, cuando los activos cobraban más del 40% del salario en negro.
La lucha por imponer en las paritarias el salario sin sumas en negro y el 82% móvil para los jubilados, fue el primer punto de las reivindicaciones, de la docencia que comenzaba a organizarse para recuperar Amsafe Rosario.
A partir de entonces todos los gobiernos que se sucedieron en la provincia, socialistas o peronista, siempre informaron que la caja daba déficit.
La administración de la Caja la ejerce un director nombrado directamente por el gobernador de la provincia, aunque es un ente autárquico, que se autofinancia, el gobierno maneja directamente esos recursos sin ningún tipo de control de los propios trabajadores activos o jubilados que aportan a la misma.
La Caja es de las y los trabajadores. La jubilación es nuestro salario diferido, el control sobre el aporte a la Caja, que comienza con el ingreso al trabajo, debemos cuidarlo con una política de total independencia de los gobiernos de turno. El déficit que nos muestran es para cambiar nuestro haber, el 82% y la movilidad jubilatoria, grandes conquistas que hemos defendido con históricas luchas.
Los números no cierran porque roban el dinero de la Caja. El aumento de nuestra jubilación no puede estar sujeto a ningún decreto, ni del gobierno provincial, ni nacional, sino a la paritaria salarial que refleje la inflación real, que hoy estamos luchando para que se reabra junto al resto de los trabajadores.
No puede ignorarse que la pérdida de calidad de vida es irrecuperable, a diferencia del dinero. Ello en función de que el gobierno persiste en el ajuste, imponer la reforma en cuestión no es más que eso, recaudar dinero. Para el jubilado es calidad de vida.
El modelo a imponer es la Pensión Universal a la Vejez, según la mirada oficialista, beneficiará a mayores de 65 años y significará el 80% del haber mínimo. Pero, además se piensa facilitar por tres años una moratoria previsional lanzada por los gobiernos K y del PJ para que aquellos que tengan la edad jubilatoria pero no los aportes necesarios puedan recibir la jubilación correspondiente, con el descuento de los aportes que no hicieron.
Por la plena vigencia de la movilidad jubilatoria, rechazamos ¨ la armonización, que es el mecanismo del gobierno para robarnos el 82% móvil, imponernos aumentos por decreto.
Movilizados, tenemos que conquistar el control de las Cajas provinciales, de la Anses, para no permitir que sigan robando nuestros aportes y votar en base a un amplio debate la defensa de nuestras conquistas históricas, y la recuperación de las Cajas.
Secretaria Asuntos Previsionales
Amsafe Rosario.