Un virus de exponencial propagación que genera contagios masivos con letalidad en determinados grupos etarios o de riesgo, lo que ha llevado a los distintos Estados a tomar decisiones de emergencia y excepción para evitar el colapso de los sistemas de salud.

Entre las medidas que adopta el Estado nacional para evitar el colapso del sistema de salud, aparece el aislamiento social preventivo y obligatorio de la población, exceptuando del mismo a aquellos trabajadores y trabajadoras que realicen actividades o servicios considerados esenciales.

Estos trabajadores y trabajadoras deben concurrir a sus labores y tomar el transporte público diariamente, siendo un probable blanco de contagio y también un vector de la enfermedad en cada uno de los establecimientos laborales, puesto que los sistemas de trabajo actuales se despliegan mediante la cooperación de trabajadores y trabajadoras para garantizar el servicio.

En tal sentido, el trabajo mismo constituye un factor de riesgo de contagio, dada su condición necesaria de cooperación  (en el mismo lugar físico, intercambio de medios e insumos, interrelación de trabajadores y trabajadoras, vestuarios, conexión con proveedores,  circulación permanente de personas).

Exigimos, por lo tanto, que la Dipart reconozca la cobertura como accidente de trabajo y/o enfermedad profesional de los trabajadores y trabajadoras que contraigan cualquiera de estos dos padecimientos  y cuyo nexo de causalidad sea el trabajo, resultando el mismo un factor de riesgo reconocido por la propia normativa nacional.

En este momento sostenemos la imperiosa necesidad de atender a la salud de los trabajadores y trabajadoras como un problema de salud pública, pues el trabajo (y su trayecto hacia y desde el mismo) constituye una de las principales causas de enfermedades y accidentes de una población; reconocer esta situación indefectiblemente requiere de una adecuada respuesta preventiva y reparadora por parte del estado provincial

Con la pandemia podemos ver más que nunca que la salud de las y los trabajadores debe ser excluida de la lógica del mercado. Es hora de discutir un nuevo modelo de asistencia a la salud en el trabajo, que termine con  años de una matriz neoliberal.