"Vanesa en su corta carrera como maestra trabajó, prácticamente siempre, en la Escuela 533 Victoriano Montes del Barrio Alto Verde de la ciudad de Santa Fe, escuela donde la mataron. Hizo también reemplazos en otras escuelas.
Tenía vocación por enseñar y mucha empatía por la situación social de sus alumnos. Anhelaba alcanzar la titularización en el 2018 y quedarse en la misma escuela, empezar a construirse una casita y continuar con el profesorado de historia que estaba cursando. Criar a su hija, acompañarla al viaje de séptimo y llevarla a Disney para los 15... proyectos de vida de cualquier mujer que es mamá. Dejó muchos mensajes escritos, entre ellos, una cartita para su hija contando los sueños que tenía para ella. Y otra donde explicaba con detalles cómo y en qué ocasión se le daba la medicación que Sara tomaba cuando tenía episodios de broncoespasmo (me solucionó la vida cuando me tocó esa situación).
En el 2018, tras el crimen de Vanesa, nos sentimos movilizados a continuar con esa tarea que ella llevó adelante y le costó la vida, la protección de las infancias vulneradas, eso ha motorizado esa iniciativa de construcción colectiva de una nueva Ley, una normativa actualizada que proteja las infancias y a los agentes estatales que acompañan a los menores en las denuncias de vulneración de derechos, el proyecto Ley Vanesa, que en breve comenzará a estudiarse y redactarse por la comisión especial creada en la cámara de diputados, con la colaboración de las distintas instituciones involucradas en el tema.
Tengo mucha confianza en que lograremos una ley que permita prevenir este tipo de delitos contra las infancias y que proteja a quienes tienen el valor, la necesidad y la obligación de denunciarlos."
Silvia Castillo