La sucesión de abrazos (escuelas 1263, 70, nocturna 13, 107, 1279, 1280, 816, 128, 117 y otras que comparten los edificios) y el “frazadazo” que impulsamos como Amsafe Rosario el martes 2 de julio no sólo visibilizó la situación que atraviesan muchas de las escuelas de nuestra ciudad, sino que mostró también las fortalezas de una docencia y una comunidad educativa que no están dispuestos a que niñxs, docentes y asistentes escolares padezcamos un frío que afecta nuestra salud y condiciona todo el proceso de enseñanza aprendizaje.

La realidad del frío que padecemos en una gran cantidad de escuelas (de la periferia, pero también del centro de Rosario) pretende ser desconocida por las autoridades con la repetida afirmación de que “se está invirtiendo mucho en los edificios escolares”.

En la actividad del 2 de julio cada delegadx llevó el reclamo de su escuela y además entregamos un relevamiento impulsado por el equipo de delegados en prevención con el detalle de los problemas de decenas de escuelas.

El pasado viernes 12 las autoridades ministeriales nos recibieron y nos entregaron el detalle de las respuestas. Lamentablemente tenemos que decir que se trata de una respuesta parcial (varias de las escuelas que fueron con su reclamo no aparecen en el detalle de obras) y sumamente imprecisa ya que salvo en contadas excepciones faltan plazos y otros datos fundamentales.

Desde Amsafe Rosario volvemos a reclamar una respuesta acorde a la realidad y exigimos respuestas con compromisos reales y fechas de finalización de obra. Hace falta una mayor inversión en las escuelas y mecanismos que agilizan todo el proceso. Desde garantizar el mantenimiento básico de las estufas hasta las obras de infraestructura necesaria con las condiciones de seguridad correspondiente.

La semana próxima vamos a estar convocando a reuniones que nos permitan analizar más a fondo la situación y definir colectivamente los pasos a seguir.