El cobro de los salarios de abril es muy claro en ese sentido: miles de compañerxs activxs y jubiladxs sufrieron descuentos altísimos. No se trata de un error, sino de una política de confiscación de una parte de nuestros ingresos.

Sin dudas en esta ocasión influyó el pago a finales de abril de la “complementaria” con un conjunto de deudas acumuladas.

Pero más allá de esa particularidad queremos ser claros en que el “impuesto” seguirá todo el año (y los que vienen si no se hacen las modificaciones debidas). Peor aún, tal como lo venimos denunciando en sucesivas asambleas, este año serán muchos más lxs trabajadorxs que pagarán este impuesto y además los que lo vienen pagando recibirán mayores descuentos.

Acá otra vez la inflación creciente y los cálculos oficiales juegan contra nosotrxs. En la actualización del “mínimo no imponible” y de las “deducciones” que se hacen por familiares a cargo o de otro tipo se toma un índice conocido como RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) que arrojó un valor del 28%; muy lejos de la inflación real que supera el 50% y también por detrás de aumentos de salarios y jubilaciones que como pueden corren detrás de este valor inflacionario.

De acuerdo a estos valores lxs trabajadorxs activos sin carga de familia pagarán ganancias cuando su salario supere los $38000 netos.

Desde Amsafe Rosario decimos que “el salario no es ganancia” y seguimos rechazando este impuesto. Reclamamos a la Ctera acciones nacionales para acabar con una situación completamente injusta. Es necesaria una reforma impositiva integral que le cobre impuestos a la banca, las cerealeras, los grandes terratenientes y no a lxs trabajadorxs activxs y jubiladxs.