El lunes pasado la fábrica multinacional Elextrolux despidió a 25 trabajadores. Y en lo que va del año ya son 100 las familias que quedaron en la calle producto de que esta empresa quiere aumentar aún más sus ganancias y que sean las y los  trabajadores  la variable de ajuste.

Ante estos despidos dijeron basta y comenzaron un acampe en la puerta de la fábrica exigiendo su reincorporación y el fin de los despidos. Desde un primer momento Amsafe Rosario estuvo presente junto a otros gremios para apoyar esta lucha que tiene que ser un ejemplo para las y los miles de trabajadores que no quieren quedar en la calle ni resignar derechos. Son, además, madres y padres de alumnxs que asisten a la escuela pública.

Por eso convocamos a toda la comunidad educativa a rodear de solidaridad a estas familias que reclaman su fuente de trabajo: impulsando actividades en las escuelas para que se conozca esta situación, dando mensajes de apoyo o acercándose a la puerta de la fábrica para evitar el desalojo con el que amenaza el gobierno a cada instante.

El desprecio de esta empresa por los trabajadores y trabajadoras no es nuevo: despidos discriminatorios y hasta el fallecimiento de un trabajador, Daniel Aguilar, producto de pésimas condiciones de trabajo es la realidad que se vive día a día puertas adentro.

Esta multinacional actúa así con el visto bueno de los gobiernos nacional y provincial. En lugar de llevar este conflicto al ámbito del ministerio de trabajo, el gobierno intenta judicializar la protesta.

Lamentablemente el sindicato, la Unión Obrera Metalúrgica, permite todos estos despidos. No sólo no participa de ninguna medida impulsada por trabajadoras y trabajadores, sino que los acusa de violentos y de “perseguir fines políticos”, actuando así como voceros de la empresa más que representantes de lxs trabajadorxs.

¡Basta de ajuste!

¡No al desalojo!