No pudieron sepultar la bronca.

No pudieron sepultar el grito, ni el llanto.

No pudieron sepultar el guardapolvo.

No pudieron sepultar las tizas bañadas con tu sangre.

No pudieron sepultar la convicción.

No pudieron sepultar la idea, ni la honra, ni la dignidad.

No pudieron sepultar tu mirada que traspasa las pancartas.

No pudieron sepultar tu huella.

No pudieron sepultar tu lucha, que es la nuestra.

Sí pudimos hacerte canción y poema.

Sí pudimos abrazarnos en las calles, apretar los dientes y seguir adelante.

Sí pudimos volverte memoria.

Sí pudimos llevarte a nuestras aulas.

Sí pudimos renovar la apuesta: enseñar y aprender a pesar del dolor.

Sí pudimos volver a llenar las calles y las plazas.

Sí pudimos levantar las banderas que nos dejaste.

Sí pudimos clamar para que la justicia llegue,

porque no podemos, ni queremos, ni debemos sepultarte.

Carlos Fuentealba, presente. Ahora y siempre

                       Betty Jouve