El miércoles 19 se desarrollará el acto de familiares de víctimas en Tribunales Provinciales desde las 11.00 horas, donde se expondrá nuevamente la impunidad que reina en la provincia donde hubo 9 asesinados y asesinadas: Graciela Acosta; Yanina García; Walter Campos; Juan Delgado; Ricardo Villalba; Rubén Pereyra; Marcelo Pacini; Graciela Machado; Claudio Pocho Lepratti.
Durante el jueves 20 habrá diversas iniciativas. La CTA Autónoma convoca junto a la Asamblea 19 y 20 y ATE Rosario a ‘Rondas que invitan debates’, de 10 a 16.00 horas en San Lorenzo 1879. La apuesta es “transitar juntes un nuevo aniversario de los hechos de diciembre de 2001. La rebelión popular inconclusa y la masacre impune nos interpelan en esta provincia que tuvo proporcionalmente la mayor cantidad de asesinatos por parte de fuerzas policiales durante las represiones desatadas”.

La jornada plantea tres ejes fundamentales sobre los que expondrán diversos referentes:
*”Paren de tirar que hay pibes comiendo”
*”El hambre es un crimen”
*”Un mundo donde quepan todos los mundos”.
“Los sueños son un motor de prácticas, por eso a 17 años de la rebelión popular del 2001 y la feroz respuesta represiva del Estado, llamamos a reunirnos y hacer memoria para construir mejores presentes y futuros”, explicaron desde la CTA Autónoma Regional Rosario.
Luego de esa actividad, se realizará un acto en Plaza San Martín y marcha a la Plaza 25 de Mayo, donde la Asamblea 19 y 20 participará de la Ronda de las Madres y posteriormente se proyectará el documental que cuenta la historia organizativa del espacio que nuclea familiares de víctimas, activistas, militantes y organizaciones que se constituyeron como grupo de memoria permanente.
Durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 se produjeron hechos de una magnitud histórica, que expresaron en las calles el descontento social por las políticas de entrega, ajuste y empobrecimiento. La crisis social, política y económica consolidadas en la respuesta represiva mediante el dictado de Estado de Sitio establecido por el gobierno de Fernando De la Rua empujaron a la movilización popular. La respuesta fue el despliegue de las fuerzas de seguridad que dejaron el saldo de 42 personas asesinadas. Nueve de ellas cayeron en territorio santafesino en una cacería comandada por el entonces gobernador Reutemann, quien nunca dio explicaciones por su responsabilidad política.
Los efectivos señalados como tiradores en los diversos casos en su mayoría no sólo no recibieron condena, sino que fueron en muchos casos reubicados y hasta ascendidos en sus funciones. En el caso de Esteban Velázquez, quien asesinó a nuestro compañero asistente escolar y militante de ATE y CTA, ‘Pocho’ Lepratti’, si bien estuvo en prisión terminó en libertad y haciendo campaña para el PRO.
Recordar la gesta popular que fue resultado y motor de múltiples experiencias asamblearias, organizativas, de resistencia, es un deber histórico. Fundamental para seguir construyendo este presente y planteando los alcances y limitaciones colectivas a la hora de generar proyectos de poder que tengan como prioridad a las mayorías, la justicia social, la garantía de los derechos humanos, civiles, sociales y políticos y la democracia participativa.
Por eso el pedido de justicia junto a los familiares, el espacio de encuentro y reflexión y la movilización siguen siendo bastiones irrenunciables para quienes, como entonces seguimos creyendo que es necesario construir ese “mundo donde quepan todos los mundos”. Más aún en una coyuntura regional atravesada por el neoliberalismo, la asunción de gobiernos encabezados por los empresarios que se beneficiaron con las políticas que se intentaron tumbar en aquel diciembre, por el discurso fascista y la pobreza masificada, por la represión y el gatillo fácil como respuestas a los emergentes sociales de la desigualdad.

Fotos: Sofía Albert CTAA