En este momento avanzan campañas como la que se da en llamar “Con mis hijos no te metas”. Sin dudas son intentos de frenar la efectiva implementación de la ESI en las escuelas y el avance del movimiento de mujeres en defensa y conquista de sus derechos.
Se trata de campañas cargadas de mentiras y confusiones de sectores conservadores que solo buscan violar una ley de aplicación obligatoria en las escuelas desde hace más de 12 años. De acuerdo a la ley 26150, las y los docentes somos responsables de incorporar los contenidos de la ESI a nuestras clases; para ello necesitamos señales claras desde el Gobierno de su convicción de garantizar nuestros derechos como trabajadorxs y los de nuestrxs alumnxs.
En mayo de este año, el Consejo Federal de Educación que reúne al conjunto de los Ministerios de Educación del país y del cual Santa Fe es parte, a través de la Resolución 340/18, señala:
“Con el objeto de dar efectivo cumplimiento a la Ley 26150 de Educación Sexual Integral y garantizar el desarrollo de los lineamientos curriculares, las jurisdicciones se comprometen a implementar la obligatoriedad de la educación sexual integral en todos los niveles y modalidades educativas, abordando, sin excepción, los cinco ejes conceptuales:
Cuidar el cuerpo y la salud
Valorar la afectividad
Garantizar la equidad de Género
Respetar la diversidad
Ejercer nuestros derechos
Insistimos, aunque a algunas iglesias y otros sectores conservadores les moleste, la Educación Sexual Integral es obligatoria. En nuestras sociedades es el Estado el que define las leyes y son de cumplimiento obligatorio para todxs. Así, desde la sanción de la Ley 1420 en 1884 el Estado dispuso que los padres y madres están obligados a enviar sus hijxs a las escuelas. De modo similar, con la sanción de la Ley 26150 de Educación Sexual Integral dispuso que estos contenidos son obligatorios y se deben dar en todas las escuelas a fin de garantizar los derechos de nuestros niños, niñas y jóvenes. Respetamos las creencias particulares de cada una de las familias, pero reafirmamos a las escuelas como un lugar donde debemos desarrollar una educación democrática, científica y laica.
Valoramos también que ya cuenta con media sanción en Diputados un proyecto de ley que apunta a fortalecer la ESI proponiendo la derogación del artículo 5 de la Ley 26150. Este artículo propone que el dictado de la ESI está librado al “ideario institucional” de la escuela, lo que abre la puerta a que sectores de las iglesias pretendan frenar su efectiva implementación.
Las y los docentes debemos apropiarnos de los derechos que dispone la Ley y no dar un solo paso atrás en nuestras propuestas curriculares y en nuestro trabajo áulico.
Exigimos al Gobierno Provincial mayores y más amplias instancias de capacitación y el presupuesto para una efectiva aplicación de la Educación Sexual Integral, así como herramientas que permitan a docentes y directivos dar todas las respuestas necesarias a todas las familias. DEFENDER LA ESI ES GARANTIZAR LOS DERECHOS DE NUESTRXS ALUMNXS