El barrio docente se construyó fruto de la lucha de los/as compañeros/as y la delegación de Amsafe Rosario. El gobierno había definido mil casas para Rosario pero sólo se construyeron 104 en las cuales estamos viviendo. La terminación de las casas, para hacerlas habitables, corrió por nuestra cuenta (colocación de pisos, bajo mesadas, etc.) pero hoy la realidad nos dice que es muy difícil sostener la vida cotidiana.
Sufrimos cortes de luz permanentemente, no existe centro de salud ni en el barrio ni en zonas cercanas. Las líneas de transporte son escasas, y cuando el pavimento se va deteriorando dejan de entrar al barrio. No tenemos posibilidad de instalar líneas telefónicas fijas. Tampoco existe un centro de deporte o recreación para nuestros hijos.
Un barrio aislado, incomunicado, con difícil acceso a los centros de salud y la ciudad.
Queremos que el Estado provincial y municipal se hagan cargo de nuestras demandas.