El 4 de enero de 2015 Jonathan Herrera fue fusilado en la puerta de su casa por policías de la PAT y el Comando mientras lavaba su auto.
Desde aquel día comenzó la pelea de sus familiares y un conjunto de organizaciones entre las que se cuenta Amsafe Rosario porque se hiciera justicia.
Simultáneamente, desde la Policía, el poder político y el Poder Judicial comenzó el operativo de impunidad.
Hoy la impunidad dio un nuevo paso.
Más allá de la bronca, sabemos que la lucha sigue.
Porque tenemos que seguir buscando justicia.
Porque tenemos que ponerle un freno a la brutalidad policial.
Cerramos con las palabras de Julieta, la hermana de Jonathan:
“Quiero que sepan que esto no termina acá. Que nunca ni jueces, ni fiscales, ni abogados les diga cuánto vale la vida de sus hijos. Nunca se callen. No crean que hoy no logramos nada. Miren. Miren toda esta gente que está acá. Obvio que sí logramos. Más queríamos que salga a nuestro favor. Lo importante es que la gente sabe que a mi hermano lo mató la Policía. Nunca, pero nunca, permitan que nadie les tape la boca. Tienen que hacer saber que la Policía es asesina”.