Nadia podía explicar que había pasado hasta que su cuerpo apareció flotando en el río Paraná.
Desde su desaparición forzada, sus familiares, su maestra Ana de la escuela nocturna a la que asistía para terminar la primaria, y un conjunto de organizaciones venimos reclamando por justicia.
Pero la justicia se demora y sigue la impunidad como en tantos casos en donde está clara la responsabilidad de la policía.
Ayer desde el espacio "Basta de matar a nuestrxs alumnxs" participamos del festival convocado por un conjunto de organizaciones.
Basta de violencia institucional. Basta de pibes víctimas del "gatillo fácil". Basta de impunidad.
¡Justicia para Pichon Escobar!