Con la excusa de una supuesta crisis, la firma Pepsico cerró la fábrica dejando 536 familias en la calle, en una fraudulenta quiebra ya que los productos que la firma negocia son de consumo masivo y están instalados mundialmente, desnudando el brutal ajuste contra los trabajadores.
Los trabajadores y sus familias enfrentaron esta ofensiva con la toma pacífica de la planta y han sido reprimidos por la gendarmería de la mano del gobierno nacional de Mauricio Macri.
Llamamos todas las organizaciones a apoyar, acompañar y movilizarnos en la defensa de las fuentes de trabajos, los salarios y el funcionamiento de la fábrica. Es urgente que las centrales de trabajadores CGT y CTA ante la represión y la desocupación que viven estas familias convoquen al paro y la movilización. Debemos retomar la lucha para frenar esta ofensiva de todos los gobiernos y empresarios contra el pueblo.