Desde que se inició esta experiencia en el año 2012,  como Amsafe Rosario venimos haciendo un conjunto de cuestionamientos que podemos ordenar en tres ejes:

-      Rechazamos la propuesta educativa vinculada al “emprendedorismo”.

No sin maquillaje, esta pedagogía plantea el camino de la salida individual para nuestros niños. No cuestiona el sistema esencialmente injusto en el que nos movemos y que castiga en particular a los sectores sociales a los que justamente pertenecen los alumnos de las escuelas a los que esta propuesta está dirigida. Nosotros seguimos apostando a una pedagogía que apueste a formar alumnos críticos y transformadores para a una sociedad que tenemos que cambiar colectivamente.

Junto con esto planteamos la necesidad de impulsar una campaña de información clara y completa para que la comunidad conozca y valore la importancia de esta experiencia como parte de la escolaridad obligatoria de los niños.

-      Denunciamos que las condiciones edilicias y los espacios necesarios para desarrollar este proyecto educativo resultan totalmente inadecuados.

Desde sus inicios, salvo contadas excepciones de escuelas que son de un solo turno, los cursos de Jornada Ampliada deambulan por espacios improvisados, riesgosos e inapropiados. En lugar de construir espacios en forma de taller, se quitan espacios necesarios para otras actividades institucionales.  

 Pero además de espacios acordes faltan también los recursos didácticos necesarios para el desarrollo de las propuestas correspondientes. Llegan tardíamente y muchas veces son los docentes los que aportan desde sus bolsillos para los materiales que necesitan. 

-      Denunciamos que las condiciones de trabajo están marcadas por la más completa precariedad.

Desde un principio planteamos la necesidad de crear cargos de Jornada ampliada y no sumar horas cátedra en pequeños paquetes. Así, los problemas del docente-taxi que conocimos en la escuela secundaria se presentan aumentados.

Se otorgan horas cátedra y aparecen espacios “vacíos” en donde no está contemplado quién debe hacerse cargo del cuidado de los niños. Así se sobrecarga a los propios docentes sumando horario no pago o a algún directivo de la escuela que suma así su enésima tarea.

La necesidad de un cargo de coordinador se ve aumentada ante la dificultad muchas veces de conseguir reemplazantes por lo estrecho del horario y la superposición de estos espacios en las distintas escuelas.

Complican aún más la falta de tiempos para la integración de los docentes de jornada ampliada a las reuniones plenarias de las escuelas y planificar articuladamente el proyecto. Todo agravado por la “limitación” que se aduce desde el Ministerio para el uso del art. 30 de acuerdo a las escuelas en las cuales realizan sus tareas.

La estabilidad sigue siendo una deuda fundamental. A pesar de los reclamos gremiales en años anteriores aún no se ha efectivizado la titularidad después de 5 años de precariedad laboral. Es urgente que la próxima convocatoria a concursos de ingreso incluya a las horas de Jornada Ampliada.

Se trata de rediscutir la propuesta. Respetando los derechos de los docentes, de los alumnos y de sus familias. Dejando a un lado la mirada economicista y el recorte de gastos y apostando a una propuesta pedagógica transformadora dirigida a la población infantil más vulnerable.

Con todos los cargos que las escuelas necesitan.

Con formación específica gratuita y en servicio.

Con espacios acordes a esta propuesta.

Con los recursos didácticos necesarios.

En tiempos de crisis económica y de violencia creciente reclamamos al Ministerio de Educación dejar a un lado la idea de una salida barata de contención social para apostar a la construcción colectiva en las escuelas de una Jornada Ampliada transformadora