El día miércoles 3 de mayo comenzó su jornada laboral por la mañana. Estuvo en su escuela Gurruchaga, como lo hacía habitualmente, narrándoles cuentos a los grupos de niños/as. Al mediodía concurrió como lo hacía a diario a su segundo turno de trabajo, del que se despide siendo las 18,45hs. Saludó a sus compañeros, lo hizo proyectando las jornadas escolares futuras. Su trabajo era muy reconocido por la comunidad y sus compañeros/as docentes, María de los Ángeles había establecido vínculos afectivos importantes tanto con las madres de la cooperadora como con los adolescentes de la Escuela.
Ese mismo día 3 de mayo, en circunstancias que aún no han sido esclarecidas, María de los Ángeles muere dentro de la Comisaría Nº 10 de Rosario a pocas horas de salir de la escuela.
Este terrible hecho llenó de un profundo dolor y desconcierto a su familia y a quienes ese día compartieron el trabajo, sus alumnos/a y las familias.
A la mañana siguiente sus compañeras docentes nos comunican la terrible noticia. Allí asumimos nuestro compromiso para abrazar y acompañar el dolor. A la par no dudamos nunca en que el fallecimiento de María de los Ángeles debía ser investigado rechazando la versión inicial que hablaba de problemas de salud de la víctima. Como lo hemos transmitido muchas veces, habiéndolo aprendido y asumido en nuestra propia experiencia, como por ejemplo en el espacio “basta de matar a nuestros alumnos”, sabíamos que de ninguna manera podíamos confiar en el discurso oficial y especialmente el de la policía.
El jueves 4 concurrimos los compañeros Gustavo Teres y Daniela Vergara, como miembros de la Comisión Directiva y en representación de la Comisión Directiva, al velatorio para solidarizarnos, acompañar a familiares, amigos y ponernos a su disposición.
El viernes 5, a primera hora, nos presentamos en Fiscalía en calidad de denunciantes, junto con el abogado Sebastián Sancevich de APDH y Enrique Font de la Cátedra de Criminología de la facultad de Derecho de la UNR con un escrito que hacía responsable a la Comisaría Nº10 de privación de la libertad de María de los Ángeles en un caso claro de violencia institucional. La privaron ilegalmente de su libertad y la retuvieron en forma violenta, la esposaron y la encerraron sola en un cuarto y en el piso. Los hechos objetivos fueron que ingresó a la Comisaría Nº 10, se retiró por su cuenta, luego la policía la siguió a la calle y la ingresaron de manera violenta y esposada.
Sin lugar a dudas para nosotros hubo un hecho grave por el que hacemos responsable a los funcionarios y a la policía. Desmentimos las versiones oficiales que fueron noticias en los medios de manera inmediata y donde el Ministerio público tuvo como objetivo solamente el encubrir la responsabilidad de la policía y culpabilizar a la víctima como suele suceder cuando se trata de violencia de género y de violencia institucional. Además repudiamos y denunciamos los dichos de Maximiliano Pullaro, Ministro de Seguridad, pretendiendo limpiar el accionar policial para encubrir a la comisaría sin ningún tipo de investigación y avalando el accionar represivo de esta.
Como en todos y cada uno de los casos en que se vulneran los Derechos Humanos es fundamental hacer visible en las calles el pedido de Justicia. Fue así que organizamos las reuniones multisectoriales y al cuerpo de delegados/aspara asumir el compromiso de marchar exigiendo esclarecimiento, Justicia y basta de impunidad. Llegamos al jueves 18 de mayo con una importante movilización en cuya cabecera estaba toda su familia, rodeada, acompañada por el gremio docente, organismos de DDHH y por gran cantidad de jóvenes estudiantes. También los partidos políticos y sindicatos que se han hecho eco de este reclamo.
Al otro día de la movilización el Comisario de la 10ª fue separado de su cargo.
Luego, el pasado sábado, el Ministro de Seguridad nos otorgó una entrevista a las organizaciones que estamos llevando adelante la Causa y a su familia.
Pero aún falta mucho, porque el Ministerio de Seguridad y la Fiscalía siguen demorando y encubriendo el accionar policial, como fundamentalmente negando un proceso claro de esclarecimiento.
Responsabilizamos al gobierno provincial, por ser la máxima autoridad de la que dependen las fuerzas de seguridad, de ser responsables de la muerte de María de los Ángeles y de su esclarecimiento. Necesitamos volver a organizarnos y realizar nuevamente acciones en la calle para sumar las voces desde cada escuela.
María de los Angeles Paris, compañera docente, murió luego de ser violentamente esposada, privada ilegalmente de su libertad, aislada y sin ninguna asistencia médica.
Queremos que se escarezcan los hechos y que se haga justicia.
Para ello sabemos que el camino es seguir en las calles