Carlos estaba casado y tenía dos pequeñas hijas. De origen humilde, durante años trabajó en el gremio de la construcción. Con mucho esfuerzo fue estudiando para ser docente. Trabajaba en una escuela técnica de un barrio de la periferia de Neuquén. Sus compañeros recuerdan a un docente íntegro, comprometido con la defensa de los derechos laborales y del derecho a la educación de los sectores más postergados. Soñaba y luchaba por una sociedad sin miseria, sin desigualdad, sin explotación. Sus alumnos lo habían elegido "Docente del año" en el 2006.
A 10 años de su asesinato seguimos reclamando castigo a los responsables políticos del asesinato de Carlos y reinvindicando la lucha docente y la defensa de la escuela pública!