Ayer miércoles estuvimos junto a estas escuelas varias horas para defender esos cargos, que el ministerio quería cerrar para llevar a escuelas superpobladas. Así había dispuesto el cierre de un cargo de la Escuela N° 1204 "Ingeniero Enrique Mosconi" de Villa Gobernador Gálvez para cubrir la demanda de la Escuela N° 1117 "Rafael Obligado" de la misma ciudad. Cuando en febrero se conoció esto, la comunidad educativa impulsó una serie de reclamos en el Ministerio. El caso de la Escuela N° 1080 "Gabriela Mistral" de barrio Fisherton es sorprendente también por lo drástico de la medida: notificados hace una semana que les quitarían 4 cargos, toda la comunidad se dirigió a la regional para exigir la permanencia de los mismos.

Para las autoridades ministeriales el tema es de números, de cargas en el SIGAE, de promedios de alumnos por cargo, de frías estadísticas que desconocen la realidad de estas comunidades, de negar en los hechos todos los llamados a la "inclusión" de la "diversidad".

Fueron muchas reuniones y debates en las escuelas. Fueron varias idas al ministerio con horas de discusión con los funcionarios. Para ellos se trataba de una "distribución democrática de cargos"; para nosotros de "ajuste", de negarse a crear los cargos que las escuelas en crecimiento necesitan, de "tirar de una manta corta", de políticas mezquinas en Educación, de una decisión política no invertir.

Realmente fue muy importante escuchar a lxs compañerxs argumentar acerca de todos los factores que hacen a la dinámica de una institución inserta en zonas vulnerables y sin los recursos necesarios. Se expuso además la preocupación por lo avasalladora de estas medidas, comunicadas sobre la marcha, sin tener en cuenta a la institución y su comunidad, así como otras cuestiones  inherentes a la consideración de los cargos, recientemente titularizados.

Finalmente, ambas escuelas mantienen sus cargos y la escuela 1117 tendrá un cargo nuevo. Fue una batalla ganada contra el sentido de la educación mercantilista, que habla de cifras y no de niñxs, adolescentes, docentes y comunidad y que tampoco reconoce su responsabilidad. Otra vez nos encontramos defendiendo nuestras escuelas públicas.

Lxs alumnxs no son números y no aceptamos el tironeo de la manta corta.

Habrá que seguir organizándose y exigiendo que el presupuesto educativo responda verdaderamente a las necesidades de todos lxs niñxs y jóvenes de nuestra provincia.