Ya en el 2016 hubo niños de 4 años que no accedieron a lo que fue declarado obligatorio por Ley Nacional Nº 27.045 en enero de 2015. Sin infraestructura adecuada y la cantidad de cargos necesarios, el gobierno provincial durante el transcurso del año no tomó las medidas necesarias para construir los edificios y salones, que permitirían solucionar esta problemática situación. En este sentido, sólo se apeló a medidas parche que no solucionan la cuestión de fondo, como el préstamo en escuelas primarias, vecinales, centros de integración comunitaria, alquilando partes de casa de familia inclusive, que resultaron insuficientes para resolver estas cuestiones.
La decisión política de no destinar los recursos que garanticen acceso real a la educación inicial pública muestra la hipocresía del gobierno provincial en tanto subsidia a la educación inicial privada, sacrificando a la niñez más vulnerable y sosteniendo el sistema público sobre las espaldas de docentes, directivos y asistentes escolares que con creatividad coordinan usos, proyectos y horarios, y padres y madres cooperadores que apuntalan con recursos mínimos.
Tanto directivos como supervisores mantienen al tanto de las necesidades que tienen las poblaciones educativas a los funcionarios con los relevamientos anuales y los pedidos que en ocasiones tienen años sin ser resueltos adecuadamente.
El gobernador así como los legisladores tienen las herramientas, en una provincia que produce enormes riquezas, para garantizar los fondos necesarios para una cobertura total de educación inicial. Este es el único nivel que no se recupera del sistema educativo, ya que es el que abre las estructuras cognitivas, afectivas y motrices que serán los cimientos de los niveles siguientes.
Estamos absolutamente legitimados cuando reclamamos todos los espacios (edificios, aulas, baños, direcciones, patios, cocinas, salas de maestros, salones de usos múltiples, depósitos, mobiliarios) y cargos (directivos, secretarios, maestros especiales e integradores, asistentes escolares y asistentes escolares con función mantenimiento) que hacen a nuestras condiciones de trabajo. Lo hacemos defendiendo las que son las mejores condiciones de aprendizaje de nuestros alumnos.
Invitamos a las familias a unirse colectivamente con los docentes para reclamar y conseguir lo necesario para nuestros niños.