La escuela pública y la educación secundaria no deben ser variable de ajuste
En los últimos años la educación pública viene siendo objeto de una precarización que avanza a pasos agigantados. Sin importar la variante política que gobierne, todos los partidos que tienen representantes en el Consejo Federal de Educación han llevado adelante políticas que ponen en riesgo el futuro de la educación pública, laica y gratuita.
06 de Sept.
En particular, en el ámbito de la escuela secundaria, esa precarización se ha visto con los planes FinEs, las Tutorías Académicas y las diferentes variantes que, en nombre de la inclusión, utilizan la modalidad de contrataciones docentes (algo que a lo largo de nuestra historia no tuvo la extensión nacional de los últimos años).
En el caso de la provincia de Santa Fe, desde hace años que la escuela secundaria viene siendo relegada, a pesar de los anuncios oficiales. Los edificios escolares, como los de la EETP 471 (ex Técnica 10), son objeto de numerosos comunicados del ministerio de Educación sobre su pronta mejora y/o refacción, pero sin embargo siguen sin estar terminados. Los alumnos dejan de venir a las escuelas no para irse a las privadas si no para que sus vidas sean objeto del narcotráfico, de la desocupación o de los maltratos cotidianos. Las y los docentes vemos nuestros salarios relegados con una política clara de intentar que sean la variable de ajuste que los gobiernos intentan hacer para favorecer a los grandes bancos y empresarios.
Una política que ha venido mellando la cotidianeidad de las escuelas secundaria ha sido la Reforma Curricular que comenzó a implementarse en 2012 y que está finalizando este año en las escuelas técnicas. Esta Reforma provocó la aparición de nuevas materias y el cambio de nombre de otras, como el caso de las Artísticas por dar solo un ejemplo. Esto ha provocado situaciones de enorme gravedad en las escuelas, donde compañeras y compañeros con años de docencia en sus materias, han sido desplazados por un cambio de denominación o, lo que es peor, por una modificación en las incumbencias de sus títulos. Esto, acordado por la CD provincial de AMSAFE, que tiene representantes en la Unidad de Incumbencia de Títulos, es una política que favorece claramente a la educación privada (sus títulos están puesto en pie de igualdad que los de la educación pública) y que desestructura la escuela secundaria para poner en pie una educación que paulatinamente se vacía de contenido mientras que sólo se hace hincapié en la contención.
Si de contención hablamos, lejos de reconocer la tarea que desde hace años las y los docentes de la escuela pública llevamos adelante, el gobierno provincial ningunea nuestra tarea y trata de “cerrados” a quienes venimos reclamando más presencia estatal en las instancias de contención en las escuelas. Es una muestra de eso la política que se han dado en la formación de “Escuela Abierta”. De la misma manera, se niega a instalar gabinetes con profesionales en las escuelas “para no estigmatizar a los alumnos y establecimientos”, pero plantea una estructura de cargos mínimos para los Socio Educativos.
Toda la tarea recae en docentes y directivos, cada vez más tapados de exigencias y papeles, pero lejos de una asistencia real de parte del Estado. Las alumnas y alumnos dejan las escuelas y el Ministerio de Educación promueve el plan Vuelvo a Estudiar con bombos y platillos. Pero cierra cursos, elimina cargos y niega las horas cátedras necesarias para las nuevas materias. No es con programas que parecen tener más presupuesto para publicidad que para estructura que vamos a lograr que nuestros alumnos estén en las aulas, si no con la genuina creación de los cargos y las horas cátedras que el sistema necesita.
Este deterioro en las condiciones de trabajo se ve reflejado también en nuestros salarios. No sólo se acható la escala salarial, desdibujando la antigüedad como ítem importante (un preceptor que termina su carrera gana apenas $5000 más que uno que inicia) sino que además se ha pulverizado la relación entre cargos y horas cátedras. El nomenclador que rige esta relación, establece que cada 15 horas cátedras en secundaria debe ganarse lo mismo que un cargo. Lejos de eso en los últimos años se han impulsado por parte de la CD provincial de AMSAFE, como así también de UDA, AMET y SADOP, acuerdos salariales que pusieron a los compañeros en la necesidad de trabajar 30 horas cátedras para ganar el equivalente a un cargo. “Los docentes de secundaria son una elite”, dicen a coro gobierno y representantes sindicales para justificar esa relación y la doble jornada de los cargos o las 44 horas cátedras. Esa vergonzosa “excusa” no sólo naturaliza las extenuantes jornadas laborales sino que apunta a flexibilizar cada vez más nuestra labor y rebajar nuestro salario. Por si esto fuera poco, el saqueo a los salarios que significa el impuesto a las ganancias llevándose una enorme parte del sueldo ha sido convalidado por la conducción nacional de la CTERA, durante el gobierno kirchnerista, diciendo que debíamos pagarlo porque éramos “privilegiados”, y durante el gobierno macrista con un silencio que aturde. Pero el planteo sobre nuestra postergación salarial no estaría completo si no hablamos de la situación de nuestros compañeros y compañeras jubiladas que vienen siendo castigados a través de las sumas en negro de las últimas paritarias que, al no estar incorporadas al básico, no son percibidas por ellos. Esta vergüenza, en la que las conducciones sindicales acuerdan políticas que dejan de lado a quienes sostuvieron durante años la escuela pública con su tarea, no puede ser aceptada.
Son esos acuerdos los que se plasman en las firmas de acuerdos salariales a la baja y en políticas como el decreto 3029/12, que está rigiendo toda nuestra vida laboral, desde el ingreso hasta el final. Este decreto, promocionado por los referentes gremiales provinciales como “nuestro decreto”, ha planteado un sistema meritocrático de escalafonamiento en el cual se aceptan la compra directa de puntos para escalafonar a través de la vergonzosa “cajita feliz” mientras ningunea la formación académica docente. Pero tan grave como esto es que el 3029/12 permite que el gobierno maneje en forma discrecional en cada concurso la valoración de los distintos ítems, lo que genera que el ministerio de Educación haga con los plazos y las bases de convocatorias lo que, literalmente, tenga ganas de hacer. Así se han convalidados concursos que, como este último, generó la pérdida de horas de las plantas escolares (horas institucionales) a la vez que las valoraciones de títulos que antes mencionáramos produjeran situaciones penosas dentro de las instituciones enfrentando a compañeros contra compañeros. Junto con esto, la toma de posesión de un concurso el 1° de agosto ha provocado, tal como lo dijéramos a principio de años, una situación de gran precariedad en los compañeros reemplazantes e interinos a la vez que lesionó el proceso pedagógico en las escuelas, donde los alumnos han debido cambiar de docentes en mitad del ciclo lectivo y a más de un mes de este hecho hay situaciones sin resolver.
Nosotros, desde las secretarías de Media, Técnica y Adultos planteamos que la escuela pública no debe ser variable de ajuste.
Salgamos a la calle por:
Inmediata reapertura de la discusión salarial
Reducción de la carga horaria sin afectar el salario. 30 horas con el salario de 44
6 horas cátedra para preceptores y bibliotecarios
Un cargo = un salario = la canasta familiar
Creación de todos los cargos y horas que el sistema necesita.
Plan integral de refacción y construcción de escuelas.
Blanqueo del incentivo y todas las sumas en negro
No al impuesto a las ganancias en nuestros salarios. El salario no es ganancia.
Defensa de nuestro régimen de licencias. No al ajuste sobre nuestra salud. Anulación de la “tablita” de Balagué
Ningún ajuste en educación
Proponemos a las y los compañeros que acerquen las conclusiones trabajadas en la jornada para seguir avanzando en los debates y la construcción del reclamo del Nivel.