En las peores condiciones humanas y sin juicio alguno, fueron encarceladosmilitantes de organizaciones guerrilleras, políticas y sindicales, en la cárcel de Rawson, Chubut.

El 22 de agosto de 1972, un grupo importante decide fugarse de la misma.De ese grupo, 19 no lograron escapar, apresados por la Armada para posteriormente ser fusilados: Rubén Pedro Bonet, Jorge Alejandro Ulla, Humberto Segundo Suárez, José Ricardo Mena, Humberto Adrián Toschi, Miguel Ángel Polti, Mario Emilio Delfino, Alberto Carlos Del Rey, Eduardo Campello, Clarisa Rosa Lea Place, Ana María Villarreal de Santucho, Carlos Heriberto Astudillo, Alfredo Elías Kohon, María Angélica Sabelli, Mariano Pujadas y Susana Lesgart. Asesinados en sus celdas a sangre fría, sobrevivieron tan sólo 3 de los 19 militantes políticos. Durante años, los militares negaron que haya habido un fusilamiento, y sostuvieron que las 16 personas habían muerto en un enfrentamiento. La Armada se ocupó de ocultar el paradero del principal responsable material de los asesinatos, el Capitán Sosa. Sin embargo, producto de previas detenciones, el juez de la causa dio con Sosa y pudo arrestarlo. La causa toma otro impulso, porque a su vez se entregó un ex cabo que admitió los fusilamientos. Cabe destacar que durante muchos años de gobiernos democráticos no hubo voluntad de Juicio alguno.

Sólo por la fuerza de los movimientos de derechos humanos, familiares, de las organizaciones políticas y sindicales, la causa se reabre en el 2006 y un 15 de octubre de 2012, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó a prisión perpetua a los ex capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio Jorge del Real y el cabo Carlos Marandino por los asesinatos. Fallo que dejo impune a tres responsables fundamentales. Es por esto,  que a 44 años, decimos que la lucha continúa, y la memoria de los compañeros/as fusilados está viva. También estaba detenido y encarcelado en Trelew Agustín Tosco, quien decidió no ser parte de la fuga.

Gran dirigente sindical, con otra idea de cómo había que llevar adelante los procesos políticos de lucha, siempre priorizando el movimiento obrero, la solidaridad y la unidad. Vale recordar en cada escuela estos sucesos.

A más de 30 años de Gobiernos democráticos en los que siguieron habiendo fusilamientos a sangre fría como Carlos Funetealba (docente), Mariano Ferreyra (estudiante), la desaparición de Julio López, Silvia Suppo...y miles de luchadores encarcelados, judicializados, reprimidos por luchar. Y a 44 años de Historia, aún falta mucho por andar en la lucha, y que terminen presos en la cárcel común, perpetua y efectiva los genocidas militares y sus cómplices cívicos y eclesiásticos.