Desde que Peña Nieto asumió su cargo, su política se ha destacado por dos líneas fundamentales complementarias: la sumisión al gobierno de EEUU, la banca y las grandes corporaciones económicas (incluidos los carteles de la droga) y la política de brutal represión contra los sectores populares.
Peña Nieto llega a nuestro país con las manos manchadas de sangre: de periodistas, de obreros, de campesinos pobres, de docentes, de jóvenes estudiantes.
En este país hermano, las políticas represivas desde el Estado y el accionar de las bandas narcocriminales (que cuentan con el amparo del poder político) han provocado decenas de miles de muertos y desaparecidos en los últimos años.
Hace casi dos años, el 26 de septiembre de 2014, un colectivo en que viajaban estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa fue rodeado y atacado por fuerzas policiales. Seis estudiantes cayeron asesinados; otros 43 fueron subidos a los patrulleros y nada más se supo de ellos. En todo México y en buena parte del mundo se ha desarrollado una fuerte campaña de denuncia reclamando por la aparición con vida de los 43 pero aún hoy están desaparecidos. En Rosario fuimos parte de esa campaña, campaña que tuvo un momento muy importante con la visita de un grupo de familiares de los estudiantes que se realizó en mayo del año pasado.
El 19 de junio pasado, 9 docentes fueron asesinados en el marco de una nueva represión policial en Nochixtlán, Estado de Oaxaca. También falleció un periodista y hubo un saldo de más de cien heridos. Los docentes estaban agrupados en la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación).
Los hechos muestran una barbarie que asombra, escandaliza y convoca a actuar.
La ferocidad contra la comunidad educativa no es casual. Dentro de su política en favor del “libre comercio”, Peña Nieto ha lanzado una “reforma educativa” impulsada por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) entre otros organismos internacionales, la cual tiene dos grandes objetivos: avanzar en la privatización de la educación, transformándola en una mercancía que permita el desarrollo de empresas en el sector y, por otro lado, imponer la “flexibilidad laboral” acabando con históricos derechos de los docentes. El fin de la estabilidad laboral, la evaluación por resultados y el salario “por mérito” son las expresiones de una política a la medida de gobiernos y empresarios.
La invitación del presidente Mauricio Macri a Peña Nieto no es un error ni una casualidad. Se trata de un nuevo gesto de acercamiento al acuerdo de libre comercio de la “Alianza del Pacífico”. El reciente pedido de Macri de integración de la Argentina a la OCDE, el protocolo contra las protestas, los acuerdos con la banca internacional, o la creación del Instituto de Evaluación Docente señalan claras convergencias en las políticas de los dos mandatarios.
El silencio de Macri ante la reciente masacre de Oaxaca representa un aval que expresa que él mismo se reserva el derecho a reprimir en Argentina para implementar el ajuste, cuando lo crea necesario.
Como los docentes y los estudiantes mexicanos creemos que el camino pasa por desarrollar la lucha contra estas políticas opuestas a los intereses populares.
Por eso este viernes vamos a estar en las calles para decir:
- Fuera Peña Nieto de la Argentina
- Alto a la masacre en México
- Basta de matar a nuestrxs alumnxs, basta de matar a nuestrxs docentes
- Aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
- Solidaridad con las luchas de los docentes y estudiantes mexicanos
- No a la reforma educativa en México y en nuestro país que busca privatizar la educación. Defensa y fortalecimiento de la escuela pública.
- No al ajuste contra los trabajadores y el pueblo en México y en la Argentina
- No a los tratados de libre comercio.
Conferencia de Prensa: Miércoles 27 a las 10 horas en Amsafe (Catamarca 2330)
Convocatoria: Concentramos viernes 29 a las 17.30 horas frente a la Escuela Normal Nº1 (Entre Ríos y Mendoza). Marcha y Acto en Corrientes y Córdoba
Amsafe Rosario