El Nivel inicial se encuentra siempre costeando algunos márgenes que amenazan con encasillarlo en al menos dos concepciones riesgosas:
Por un lado, convertirse en una estructura comprometida a la “guarda y el cuidado” de la primera infancia, a modo de una estructura asistencial;
Por otro, el transformarse en un trayecto escolar preparatorio, un escalón “hacia”, un periodo con exigencias amalgamadas a la etapa siguiente.
Ambas nociones conllevanun desplazamiento de significado, objetivos y accionares que propician el vaciamiento de sentido formativo propio del Nivel.
A lo largo de la historia se han dado modificaciones, avances y retrocesos, derivadas de decisiones políticas a veces marcadas por las exigencias sociales inmediatas otras por meras copias o demandas externas; otras transformaciones se han suscitado en cambio de la mano de docentes y pedagogos preocupados por conocer, indagar, cuestionar e innovar.
Pero al día de hoy, queda mucho por transformar. Los desafíos se renuevan y la lucha recomienza.
Lxstrabajadorxs de los Jardines, tenemos el desafío de reflexionar, evaluar,accionar, modificar y diseñar en función de la necesidades educativas de las etapas iniciales de la infancia y en el marco de nuestra realidad social.
La infancia corre el riesgo severo de perder su identidad, sus peculiaridades, su deseo de jugar de aprender, de explorar el mundo y los mundos;
Es nuestra responsabilidad que esto no ocurra por propuestas de enseñanza rígidas, que no tengan como punto de partida la experiencia, “el hacer” a partir de los vínculos y los múltiples lenguajes expresivos.
Pero además, debe ser nuestro compromiso, denunciar, exigir, y luchar para que la infancia no pierda su identidad por sufrir los embates de la desigualdad que excluye económica y culturalmente; Para que no termine antes de tiempo, apurando su paso al mundo adulto del trabajo, de la violencia,de las drogas, de las balas.
Luchemos día a día para que el Nivel Inicial tenga un sentido propio, marcado por el compromiso social.