Desde Amsafe Rosario decimos que sobran los motivos para que los docentes de cada una de las provincias del territorio nacional protagonicemos una jornada de paro.

Porque ya son 9 años desde el asesinato del Maestro Carlos pero en Neuquén la justicia sigue ausente. Poblete, el asesino material, desde hace años transita libremente por las calles de la provincia. Pero lo que es aún más grave: Jorge Sobisch y todos los responsables principales no llegaron siquiera a ser procesados. La causa Fuentealba II, que debía castigar a los responsables políticos de este crimen acaba de ser cerrada sin llegar a ninguna conclusión. La "Justicia" de Neuquén hizo todo para garantizar la impunidad. Dejaron pasar el tiempo para que se vencieran todos los plazos; hasta se "perdieron" varios cuerpos del expediente de la causa.

Porque junto al conjunto de los trabajadores venimos sufriendo una fuerte ofensiva que se expresa en la inflación, los tarifazos, la caída del salario y los despidos.

Porque recibimos aumentos insuficientes y con una parte en negro lo que afecta doblemente a los compañeros jubilados.

Porque días pasados los docentes de Santiago del Estero recibieron una feroz represión mientras se movilizaban por sus reclamos.

Porque en Mendoza a través de un decreto del gobernador buscan reinstalar el presentismo en el concepto conocido como Ítem Aula.

Porque en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Córdoba, Mendoza y Neuquén sigue la lucha frente a propuestas salariales miserables.

Porque con la "evaluación docente" buscan responsabilizarnos de la crisis del sistema educativo y crear las bases para el "salario por mérito".

Porque 15 compañeros del gremio docente de Tierra del Fuego (SUTEF) fueron condenados por luchar y además exonerados del sistema educativo.

Porque reclamamos plata para educación y no para los fondos buitres.

Desde aquel lejano abril de 2007, en Amsafe Rosario asumimos el reclamo contra el asesinato de Carlos con compromiso y convicción.

Por Justicia por Carlos Fuentealba.

Porque el mejor homenaje es seguir su lucha.