Los femicidios siguen dándose, los números siguen apareciendo, el 4 de enero se cometió el primero en nuestra provincia en lo que va del ano. Hasta ahí el dato.
Cuando conocemos el nombre, Graciela Príncipe, quien era asistente escolar de la escuela Carlos Pellegrini la 456, empieza a tomar carnadura el dato, empiezan los comentarios, las dudas, tratar de encontrar razones, porqués, indicios.
Se empieza a cuestionar y si ese cuestionamiento trasciende lo que aparece a primera vista, si se puede relacionar con otros sucesos, con otras situaciones
que hacen a nuestra realidad social, es posible empezar a comprender la complejidad que encierra la violencia hacia las mujeres, cuyo momento más cruento llega con la muerte de una mujer por el solo hecho de serlo.
Es posible hacer análisis sociológicos, culturales, sin duda validos. Pero Graciela no tuvo tiempo. Ricardo Ratto ya tenía denuncias por violencia de género. El jueves 7 es la audiencia imputativa a Ratto.
Allí estaremos acompañando el proceso, y seguiremos estando, acompañando.
Pisándole los talones a la justicia, organizándonos, participando, exigiendo por nuestro derecho de una vida libre de violencia.
Por Graciela, por todas.