Detrás de la máscara de la búsqueda de la "calidad educativa" se esconde una clara ofensiva contra la escuela pública y los docentes. Ya fue parte de la agenda de los empresarios y distintos sectores privatistas vinculados a la educación en los años '90. El plan tiene distintas aristas y se viene aplicando en varios países de la región a partir de políticas impulsadas por organismos financieros internacionales como el Banco Mundial. Detrás de la palabrería democrática e inclusiva en todos estos procesos se esconden tres objetivos claros:

- desacreditar a la escuela pública a través de evaluaciones estandarizadas en donde se privilegia a la escuela privada

- culpabilizar a los docentes por la crisis del sistema educativo

- fragmentar el colectivo docente buscando imponer el "salario por mérito"

Desde Amsafe Rosario rechazamos esta vieja propuesta y llamamos a resistir cualquier política que apunte a transitar estos caminos.

Para fortalecer la escuela pública, para garantizar el derecho a la educación de todos nuestros niños y jóvenes hace falta, en primer lugar, mejorar sustancialmente el presupuesto educativo de Nación y provincias y quitarle los jugosos subsidios a la escuela privada. Así habrá fondos para mejorar el salario docente y las condiciones de trabajo, crear los cargos necesarios y poner las escuelas en condiciones.