Los docentes que se vienen desempeñando como reemplazantes y arrancan enero sin trabajo, cobran un proporcional de vacaciones, de acuerdo a los días trabajados durante el año. Últimamente, el cobro de este proporcional se ha desfazado respecto a las vacaciones llegando a cobrarse en el mes de junio. La actual escalada de precios y el hecho de no contar con aguinaldo o bono de emergencia a fin de año hacen imposible pasar dos meses (o más) sin percibir ingreso alguno.
Este es un aspecto más de la precarización que golpea a los docentes reemplazantes en la provincia, y sobre todo al sector más vulnerado, el de los ingresantes. Es necesario instalar el reclamo y organizarnos para convertirlo en una conquista.