Se ha puesto en debate otra vez el ausentismo docente

En el artículo publicado por el diario La Capital de nuestra ciudad se hace referencia a la adulteración de certificaciones médicas de licencias en nuestro sector.

No vamos a defender lo indefendible. No avalamos ninguna práctica ilegal sobre los derechos auténticamente conquistados.

Pero una docena de casos, no hacen a la legitimidad del uso de licencias debidamente justificadas. Mientras, hay centenares de compañeras y compañeros con problemas de salud laboral.

Este tipo de “noticia”, nos lleva a pensar ineludiblemente que se abona a las políticas de ajuste, poniendo el eje en culpar a los docentes, siendo evidente, la ausencia de un análisis sobre políticas preventivas. En última instancia también se trata de eludir el debate necesario sobre cuáles son las políticas de prevención y las condiciones de trabajo.

En primera instancia decimos que cuando hablamos de ausentismo en nuestro sector hay que tener una mirada integral.

¿Por qué nos enfermamos los docentes?

La inflación instalada desde hace varios años lleva a una gran cantidad de docentes a tener más de un trabajo, ya sea con más carga horaria en el nivel secundario o buscando un doble turno en el nivel primario, inicial y especial. Formas éstas, habilitadas por el gobierno de la provincia y la conducción provincial del sindicato, aceptando doble y hasta triple titularización como forma de resolver la problemática salarial. Es decir que, con la misma cantidad de docentes se cubre el aumento de las necesidades del sistema. Cada docente atiende cada vez mayor cantidad de alumnos.

¿Es esto calidad educativa?

Esta sobre carga laboral impacta, golpea, sobre la escuela y hace mella sobre la salud docente. Es necesario destacar que la violencia social dentro y fuera de las escuelas es también un factor de gran incidencia en el plantel de cada una de nuestras instituciones, tanto en el proceso de enseñanza-aprendizaje como en la salud, produciendo angustias, problemas de voz y enfermedades psíquicas. Así, los trabajadores docentes vemos corrido nuestro rol pedagógico por otras funciones que tienen que ver más con la contención que con la formación ; rol que en los hechos nos imponen sin recursos, con equipos socio-educativos precarizados, sin continuidad, condición que sólo les permite intervenir cuando el incendio está desatado.

Este deterioro se expresa tanto en el trabajador como en el trabajo.

Por otra parte el rol asignado a las mujeres por esta sociedad es la de cuidadora de hijos, esposos, abuelos etc. Rara vez es el varón es quien se queda a cargo de los hijos o adultos mayores, ya sea porque su contrato laboral no lo permite, ya sea porque es una costumbre instalada que es la mujer quien se responsabiliza de esas tareas.

Todo esto trae como consecuencia las licencias médicas. Esta problemática no se puede analizar como lo hace el gobierno exclusivamente desde la variable del aumento de los índices de ausentismo sino desde interrogarse sobre las razones por la cuales nos enfermamos los docentes.

El ausentismo en la provincia de Santa Fe es menor a la media nacional. Están claros los motivos por cada una de las ausencias y el Ministerio cuenta con las herramientas necesarias para realizar el seguimiento de tales ausencias. 

Insistimos en la necesidad de planificar políticas de seguimiento y de cuidado de nuestra salud y no de control y sanción buscando reducir los índices de ausentismo, sin preguntarse por las causas desde una investigación científica legítima.

Destacamos en este sentido que nuestro gremio Amsafe Rosario, ha sido pionero en la prevención, implementando talleres de la voz con alta calidad de atención profesional.

Cursos de RCP y primeros auxilios. Talleres para compañeros con tareas diferentes.

En este sentido esperamos que el nuevo gobierno de las respuestas necesarias para tener docentes sanos y mejores condiciones en todo el sistema educativo.

Amsafe Rosario