Una vez más al comienzo del año lectivo fue con conflicto en Santa Fe. Los docentes de toda la provincia protagonizamos un fuerte plan de lucha que incluyó diversas movilizaciones y dos semanas de paros totales de 48 horas.
Pocos días después de que la CD Provincial y el gobierno lograran imponer la aceptación de la propuesta, los docentes del departamento Rosario votamos sumarnos al paro nacional del pasado 31 de marzo convocado por tres centrales sindicales. Otra vez la medida fue contundente; maestros y profesores estuvimos de paro junto a millones de trabajadores en todo el país.
La coyuntura aparece marcada por el agotamiento “del modelo” y la recesión económica. Gobierno nacional, gobierno provincial y empresarios coinciden en la política que apuesta a que seamos los trabajadores los que paguemos los costos de esta crisis. La defensa del puesto de trabajo, del poder adquisitivo de nuestros ingresos y de las condiciones laborales aparecen como una necesidad inmediata.
El salario que no alcanza, la falta de cargos en muchas escuelas, los cursos superpoblados o los edificios en malas condiciones son algunas de las expresiones cotidianas que padecemos los docentes.
Tenemos que seguir apostando a construir poder de los trabajadores; desarrollando los debates y construyendo las iniciativas que nos lleven a estar en las calles protagonizando nuevas luchas. En el país se discute la posibilidad de un nuevo paro nacional, esta vez de 36 horas. Creemos que debemos ser parte de este debate tomando posición al respecto y apostando a ser protagonistas.
Con este texto apostamos a colaborar para que en las Zonales de Delegados y en cada una de las escuelas podamos sacar las mejores conclusiones de las luchas recientes que protagonizamos y construyamos las que hacen falta.
Dos semanas de paro e importantes movilizaciones a pesar de la Comisión Directiva Provincial
Desde hace ya muchos años la CD Provincial propone, en cada una de las Asambleas Provinciales, la aceptación de la propuesta del gobierno y la negativa a cualquier plan de lucha. Cada vez que se ha podido votar algún paro ha sido en contra de la conducción de Sonia Alesso. Este año no fue la excepción.
Febrero se venía desarrollando como en los años anteriores: la CD Provincial negociando en paritarias con el Ministerio sin ningún mandato de las bases y los docentes del Departamento Rosario debatiendo en reuniones de delegados y protagonizando una primera movilización a Plaza San Martín frente a la sede local del Gobierno Provincial el jueves 19 en unidad con los compañeros de ATE y Siprus.
Finalmente apareció la primer Acta Paritaria con la propuesta oficial. Desde la CD Rosario fuimos muy claros planteando el rechazo y la necesidad del plan de lucha.
Desarrollamos algunas razones principales:
- Porque un aumento promedio del 31% está por detrás de la inflación real del año pasado que superó el 35%. En los hechos significa una baja del salario real y nos alejaba de nuestro reclamo histórico de un salario equivalente a la canasta familiar. Además, en el marco de una inflación que sigue alta, pretende definir los salarios hasta marzo del 2016.
- Porque se trataba de un aumento en cuotas que recién recibimos completo en el mes de agosto.
- Porque la Asignación Especial por febrero y el Adicional por Ropa de Trabajo son nuevas sumas en negro que perjudicaban a los compañeros jubilados que nada recibían.
- Porque se achatan las escalas salariales y los cargos directivos u otros cargos mejor remunerados reciben un aumento menor.
- Porque una vez más los catedráticos tienen el peor porcentaje de aumento y la relación 1 a 15 que plantea el nomenclador docente se transformó en una relación de 1 a 29 para los catedráticos sin antigüedad.
- Porque se aumenta especialmente la suma “en negro” (no remunerativa) “Actividad Específica Docente”, con lo que somos perjudicados en el cálculo del haber jubilatorio.
- Porque con las actuales escalas el mal llamado “Impuesto a las Ganancias” se lleva una parte importante de este aumento en el caso de los compañeros que sufren este descuento. Para algunos compañeros el aumento nominal es del 30% pero por la aplicación creciente del impuesto a las ganancias llegarán apenas al 26% de aumento.
- Porque nada dice la propuesta sobre los cientos de cargos y horas que faltan en las escuelas.
- Porque ningún avance concretó se planteó frente al deterioro creciente de nuestras condiciones de trabajo.
Para sorpresa de muchos (y en especial de Sonia Alesso y de la Ministra Claudia Balagué) la propuesta fue rechazada. En Rosario el rechazo fue contundente: 6000 a 1200. Pero se sumaron en total 9 departamentos (Belgrano, Caseros, Castellanos, Gral. López, Gral. Obligado, Las Colonias, Rosario, San Lorenzo y San Martín) y la Asamblea resolvió dos semanas de paro de 48 horas. Con movilizaciones locales en la primer semana y una movilización provincial a Casa de Gobierno en Santa Fe para la segunda semana. La votación contundente tuvo también como efecto que el SADOP se sumara al paro.
A pesar de la borrada de la conducción de la CTERA (ver aparte), muchas provincias empezaron con paros docentes: Buenos Aires, Santa Cruz, Chaco, Chubut, Entre Ríos, etc.
En la primera semana los paros masivos fueron reforzados por importantes movilizaciones en Rosario, Santa Fe, Casilda, etc.
El gobierno sacó su libreto: mentiras, diciendo que era la mejor propuesta del país; amenazas con los descuentos; autoritarismo negando la posibilidad de una nueva propuesta. Reafirmamos que el ámbito de la paritaria debe ser para discutir propuestas y contrapropuestas varias. De ninguna manera se puede reducir –como pretende el Ministerio- a que recibimos una única propuesta que debemos aceptar o sufriremos los descuentos.
La conducción de Sonia Alesso jugó a desinflar desde el principio. La expresión más contundente de eso fue el cambio de la definición de Asamblea sobre la marcha a Casa de Gobierno. Cuando miles de docentes nos estábamos organizando para llevar toda la fuerza del reclamo al centro del poder político, la conducción provincial resolvió reducir la convocatoria a un acto relámpago frente al Ministerio. Desde Rosario viajamos cerca de 800 compañeros y, junto con compañeros de diversos departamentos (Castellanos, Vera, Obligado, San Justo, Caseros, San Lorenzo, La Capital, etc.), no nos conformamos con el acto oficial. Una vez terminado éste, marchamos a Casa de Gobierno y realizamos un importante acto, cumpliendo así con el mandato votado en la Asamblea Provincial.
Cumplidas las dos semanas de paro, la CD Provincial le dio al gobierno la tregua que éste le había pedido y fue a negociar a la nueva paritaria con vocación de rendición. No llevó ninguno de los reclamos por lo que los docentes habíamos rechazado la propuesta. Según consta en el acta su principal pedido fue el reintegro de los días descontados. ¡cuando los docentes no habíamos recibido ningún descuento aún! El gobierno se envalentonó: reafirmó los descuentos y la propuesta inicial. Simplemente acordaron algunos cambios menores y la posibilidad de reintegro de los descuentos (que la CD aceptaba que sí se hicieran) en una complementaria… si suspendíamos cualquier medida de lucha.
Los docentes votamos con todas las presiones y sin casi perspectiva para poder seguir la lucha. Gobierno y CD provincial, con la colaboración de algunos medios de prensa, no se cansaban de repetir que o aceptábamos o sólo tendríamos descuentos.
Además habíamos quedado solos: todos los gremios provinciales y los docentes de otras provincias ya habían levantado sus planes de lucha. La aceptación de una propuesta muy parecida a la anterior fue el resultado casi inevitable. El rechazo se impuso únicamente en Caseros, Belgrano y Rosario (en nuestro caso apenas por dos votos). En la Asamblea Provincial se resolvió aceptar la propuesta por una amplia mayoría (24000 por aceptar, contra 8000 por rechazar). En cualquier caso, nos parece importante destacar que la leve mejoría que se logró en la segunda propuesta fue en contra de la voluntad de la CD Provincial y en función de la lucha de todos.
Buena votación y masiva adhesión al paro del 31 de marzo
El paro convocado inicialmente contra el impuesto al salario por los gremios del transporte para el 31 de marzo se transformó, unos días antes, en un paro nacional convocado por tres centrales sindicales y por gremios (como bancarios, alimentación o municipales de Rosario) que no pertenecían a ninguna de estas centrales. En el cordón de San Lorenzo el paro fue total. También pararon, contra las conducciones de sus gremios, los trabajadores metalúrgicos de Acindar (Villa Constitución) y de otras fábricas de la zona.
Desde la CD Rosario convocamos con urgencia a un plenario de delegados e impulsamos ser parte de la medida. Más allá de la forma burocrática en que había sido resuelto, más allá de nuestro repudio a buena parte de los burócratas convocantes, entendimos que el reclamo era justo y que era la posibilidad de ser parte de una jornada nacional de paro con millones de trabajadores de distintos gremios. Además propusimos hacerlo activo y le sumamos otros reclamos urgentes: la situación de los jubilados, la denuncia de la precarización laboral y el trabajo en negro, la miseria de millones de trabajadores que cobran menos de $5000.
Aunque se votó en un solo día la votación fue importante. 3000 docentes sobre un total de 4000 votaron por sumarse al paro.
Párrafo aparte merece la decisión de la CD Provincial de negar toda posibilidad de votación en las escuelas de la provincia. Se trata de una nueva muestra de los acuerdo que tiene con el gobierno nacional, acuerdos que privilegia por sobre los derechos de las bases docentes. Compañeros de varios departamentos se comunicar con nosotros expresando su reclamo de que se pudiera votar y que querían sumarse a la medida.
El paro fue contundente en todo el país. Más allá del impacto del transporte, millones de trabajadores de diversos gremios resolvieron sumarse a la medida. La masiva respuesta de la docencia rosarina y de muchos docentes que pararon en otros departamentos aunque vivían cerca de la escuela constituye una buena muestra de vocación de unidad de quienes no ceden en la lucha por el salario y las condiciones de trabajo.
Perspectiva: necesidad de continuar la lucha
Como señalamos más arriba, frente a las políticas de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores, la mejor respuesta es salir a la calle con nuestros reclamos. Acá valen todas las luchas: las que motorizamos desde una escuela por falta de cargos o problemas edilicios, las que logramos juntar a toda la docencia, las luchas nacionales en unidad con todos los trabajadores.
Con la firma del Acta Paritaria, gobierno y CD provincial pretenden clausurar toda lucha hasta marzo del 2016. Sabemos que el camino pasa por empezar a construir la lucha desde las escuelas.
En estos días en que se debate la posibilidad de un paro nacional de 36 horas. Se trata de una medida necesaria que debe darle continuidad a la lucha. Creemos importantes que lo debatamos y salgamos a impulsarlo con fuerza desde las bases. Realizando asambleas de escuelas y plenario de delegados en donde discutamos cómo y cuándo salir a la calle y cuáles deben ser nuestros principales reclamos.
La historia nos muestra que podemos avanzar cuando sumamos protagonismo y unidad de los trabajadores.
Miles de docentes empezamos el año protagonizando distintos planes de lucha. En Capital, en provincia de Buenos Aires, en Santa Fe, en Entre Ríos, en Chubut, en Chaco, en Santa Cruz, en Tierra del Fuego salimos a la calle para defender el salario.
Pero, una vez más, la Junta Ejecutiva de la Ctera -ahora encabezada por Sonia Alesso- eligió mirar para otro lado.
Muy lejos de unificar las luchas provinciales en una gran lucha nacional, firmaron en paritaria un acuerdo vergonzoso con el gobierno nacional. Sin mandato de la bases, sin consultar a un solo docente, acordaron un aumento muy por detrás de la inflación (27% y en dos cuotas) que llevó al cargo testigo al vergonzoso piso de $5400, para llegar a $5600 en agosto con la duplicación del incentivo, que pasa a $500.
Más aún, en el Congreso de la entidad se atacó a los gremios que lanzaron luchas provinciales y se defendió el impuesto al salario (el mal llamado “impuesto a las ganancias”) en una clara muestra de la subordinación de esta dirigencia a los mandatos del gobierno nacional.
Recuperar nuestra entidad para los docentes y nuestras luchas aparece como una necesidad creciente.