Alarmados por las decisiones que impulsa el gobierno de la provincia en correspondencia con el gobierno nacional decidimos pronunciarnos contra una política que afecta a la calidad educativa.
Hace más de una década los institutos venimos resistiendo políticas de improvisación y de ajuste hostiles a la educación pública. A principios del 2000, docentes y estudiantes con prácticas asamblearias y de autoconvocatoria, enfrentamos y resistimos el intento de cierre de los institutos que no cumplieran con los "parámetros de calidad" (planta docente postitulada, bibliotecas actualizadas, investigación, etc.). Este proceso, propio de tsunami neoliberal de los ’90, se llamó "acreditación". La “acreditación” prometía la validez nacional de los títulos. A cambio, cada instituto, con sus propios recursos, tenía que afrontar la evaluación de calidad: cierre de carreras, formaciones de una sola cohorte, proyectos especiales.
Hoy, la puesta en marcha de la reforma de los diseños curriculares del Nivel Superior que plantea una reducción de las horas de los planes de estudio a un techo de entre 2600 y 2800 horas reloj (actualmente los planes tienen entre 2900 y 3000 horas aproximadamente), nos encuentra nuevamente en estado de deliberación con una posición crítica.
Los argumentos para la reducción no son menos alarmantes que el hecho en sí: por un lado las voces ministeriales afirman "que los estudiantes de formación docente son adultos que trabajan, tienen familia, no pueden estar todo el día en el Instituto". Por otro lado, y ante numerosos reclamos del evidente deterioro de la calidad académica que tal decisión acarreará, dicen: "¿Todo eso necesita un profesor cuyo destino laboral es la escuela secundaria?"
El gobierno nacional y el provincial coinciden en el diagnóstico respecto del sujeto de la educación de los Institutos, devaluado social y culturalmente. La respuesta política es una formación deteriorada en su dimensión académica, con un claro propósito: si el docente de secundaria no tiene que saber tanto de eso que enseña o disponer de herramientas que le posibiliten investigarlo (también se eliminan los seminarios donde se aborda la metodología de la investigación), es porque el nivel secundario debe priorizar la contención al desarrollo de conocimientos. Es cierto que es lo que muchos hacemos hoy en las escuelas. Pero hay una gran distancia entre lo que la realidad nos impone y el hecho de naturalizarlo con un plan de estudio.
Las incumbencias de los títulos
Los títulos que emitirán los Institutos Superiores sólo habilitarán para el Nivel Secundario o, en el caso de los Institutos de Artística o Educación Física lo harán para todos los niveles, pero NO para el propio Nivel Superior.
La nueva distribución de los espacios curriculares
Aumento de horas de la Formación General Pedagógica e inclusión de las didácticas especiales y las características del sujeto que aprende en la Formación Específica. Esta nueva distribución -sumada a la reducción de las horas totales del plan- indica claramente que el campo de la formación que se verá plenamente afectado será el de la Formación Específica.
Las modalidades y tiempos de la participación de los Institutos
Denunciamos que la participación es parcializada, acotada a uno o dos referentes que representan a las carreras. Además, es restringida al campo de la formación específica: no tenemos acceso a discutir la formación general de conjunto. Para este campo, la modalidad del gobierno ha sido convocar a un profesor/a de cada instituto para integrarse a una única reunión de uno de los espacios curriculares, no de la discusión general. ¿Cómo se garantizó la pseudo participación? Bajo el eslogan "equidad territorial", que garantizaría la presencia de las voces de distintos puntos de la provincia, pero NO de todos los institutos. Bajo este enunciado, en verdad lo que ocurre es que se acallan las voces críticas y se desconocen las particularidades de cada una de nuestras instituciones. A esto debemos sumarle que estamos en pie de igualdad los institutos privados y los públicos, mientras que la realidad indica que nada tenemos de iguales: los primeros reciben (la mayoría) subsidios que van del 80% al 100%, imparten educación religiosa, no tenemos las mismas formas de acceso a los puestos de trabajo, carecen de estabilidad laboral, poseen condicionamientos académicos, etc.
¡Ni una hora menos a los planes de estudio!
¡Participación genuina de TODOS los institutos, con tiempos para poder discutir tan importante asunto!
Secretaría de Nivel Superior
Asociación del Magisterio de Santa Fe, Delegación Rosario