El pasado jueves se conocieron las condenas a los acusados por la muerte del policía Jorge Sayago ocurrida en medio de graves incidentes durante una protesta de trabajadores petroleros durante el año 2006 en Las Heras, Santa Cruz.

El fallo es tan duro como absurdo y pretende sentar un grave precedente contra los trabajadores y sus luchas. Recibieron prisión perpetua por homicidio agravado Inocencio Cortez, José Rosales y Hugo González. A Pablo Mansilla, Carlos Mansilla, Daniel Aguilar, Néstor Aguilar y Rubén Bach los condenaron a cinco años de prisión por coacción agravada. A Darío Catrihuala, a cinco años como partícipe necesario de lesiones graves. Fueron absueltos Juan Pablo Bilbao y Alexis Pérez.

Hace casi siete años Las Heras ardía. Era escenario de intensas protestas sindicales de los trabajadores petroleros ante las falsas promesas de Repsol-YPF, al tiempo que sus calles se llenaban de uniformados. El paro y los piquetes iban por la tercera semana cuando el principal dirigente de los trabajadores fue encarcelado. Sus compañeros acudieron a la alcaidía a pedir que lo liberaran y la policía intentó que se fueran. Primero con palabras, luego con tiros al aire y por último con disparos al piso que rebotaron e hirieron a un concejal. Piedras, balas, policías especiales y más gente se fue sumando hasta formar la pueblada. Los gases dispersaron a los manifestantes pero los balazos siguieron. Los estruendos y el humo se sintieron en toda la ciudad. En este escenario se da la muerte del policía, seguida de una caza de brujas dada con el único propósito de buscar algún chivo expiatorio.

El proceso judicial estuvo lleno de serias irregularidades, sumado a intimidaciones y torturas a los testigos y acusados. Una de las abogadas defensoras, Claudia Ferrero, afirmó que “no hay ninguna prueba concreta, fueron armadas por la Brigada de Investigaciones de Santa Cruz en base a apremios y torturas, aterrorizando a toda la población en esa época y consiguiendo testimonios falsos a través de amenazas y persecuciones”.

Lo de Las Heras sienta un grave precedente para el futuro de las protestas sociales, ya que es llamativo el ensañamiento de las condenas (más años que a Pedraza, burócrata sindical responsable del asesinato de Mariano Ferreyra). Se condena por incitación a la violencia, sin atenuantes, a simples trabajadores que reclamaban en el contexto de una huelga.

Desde  Amsafe Rosario nos solidarizamos con los compañeros y sus familias en este duro momento, y repudiamos la criminalización de la protesta social y la persecución a los luchadores populares.

El fallo debe ser apelado y reclamamos la absolución de los compañeros.