Entre martes y miércoles una escuela de zona centro que además comparte su edificio con un instituto terciario recibió dos notas amenazantes que hablaban del uso de armas de fuego.
Entre la noche del jueves y la madrugada del viernes en zona oeste jardín de infantes y una escuela primaria recibieron sendas brutales balaceras y además los delincuentes dejaron notas haciendo alusión a disputas entre bandas narcos y la complicidad policial.
Aunque desde las autoridades se pretenda tapar o minimizar estas situaciones, se trata de hechos gravísimos que no pueden dejar de preocuparnos muy seriamente.
Advertimos sobre la posibilidad de que una vez más la política del desembarco de tropas federales estuviera fracasando.
Volvemos a decir que el camino para acabar contra estas manifestaciones extremas de la violencia narco está en dar respuestas a las urgentes necesidades de la juventud y de toda la comunidad de los barrios y, por otro lado, en cortar los vínculos con estas bandas de distintos sectores del poder.
Abrazamos a las comunidades de estas instituciones educativas y comprometemos nuestro acompañamiento.
Los gobiernos son responsables de la escalada de violencia y exigimos al Ministerio de Educación que garantice el cuidado de lxs alumnxs, lxs trabajadorxs y los edificios escolares.