Cuatro trabajadores asesinados en pocos días son la expresión brutal de grupos narco criminales que parecen actuar sin que el Estado pueda ponerle límites.
Nos solidarizamos con las familias y los compañerxs de las víctimas.
Rechazamos las acciones provocativas y violentas del gobierno provincial que no han hecho más que agravar la situación.
Desde hace años se vienen ensayando medidas represivas y sucesivos despliegues de tropas federales que no han dado ninguna respuesta y han fracasado ostensiblemente.
La violencia narco se combate cortando sus vínculos con sectores del poder político, policial y económico y con respuestas de fondo a los graves problemas de pobreza y desigualdad.
Volvemos a plantear la necesidad de un paro regional donde el conjunto de lxs trabajadores planteemos nuestro rechazo a esta situación, la responsabilidad de los gobiernos y la necesidad de construir un camino de salida a esta dramática crisis.