Al día de hoy 14 trabajadorxs de dicha institución no tienen contrato laboral, eso significa que las actividades que llevan adelante en relación a la salud mental y al acompañamiento de personas con problemas de consumo de sustancias, corren riesgo de continuidad. Son con quienes articulamos en las escuelas de la zona cuando tenemos alguna situación con nuestro alumnado.
Diariamente transitan el espacio más de 50 jóvenes desde los 14 a los 30 años de edad.
En una de las zonas más castigadas por la violencia del narcomenudeo se hacen imprescindibles estos espacios donde se ayuda, contiene y acompaña a nuestro jóvenes. Sabemos muy bien que para desarrollar dichas tareas es necesaria la continuidad de quienes las llevan adelante, su estabilidad laboral y sus sueldos dignos.
De la existencia de estos dispositivos es de lo que hablamos cuando pedimos el abordaje preventivo y no punitivista en cuanto a seguridad. No se los puede obviar al momento de abordar un tema que tiene en vilo a toda la ciudad y que requiere medidas urgentes.
Los gobiernos, Nacional, Provincial y Municipal deberán dar respuestas presupuestarias y de condiciones de trabajo, a sus trabajadorxs y a la comunidad en general. Es menester que así sea y de manera inmediata.
Toda nuestra solidaridad para lxs trabajadorxs del DTC y para cada unx de lxs jóvenes que asisten allí.