Podríamos hacer una apretada síntesis de su gran trayectoria y diríamos que:
31 de Agosto
Emilia Ferreiro egresó de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y durante la década del 70, se doctoró en la Universidad de Ginebra bajo la guía de Jean Piaget. El golpe militar de 1976 la llevó al exilio y se radicóen México.
Fue una referente mundial con sus aportes sobre cómo los niños y niñas se apropian de la lectura y escritura. A lo largo de su trayectoria fue reconocida consiete títulos Honoris causa de distintas instituciones educativas, así como con el Premio Konex – Diploma al Mérito por su carrera y sus aportes en el campo de la psicología.
Podríamos recordar alguna de sus ideas:
- “La escritura es importante en la escuela porque es importante fuera de ella y no al revés".
- “En tanto que la lengua escrita no está democráticamente distribuida entre la población, el acceso a la información vinculada a la lengua escrita tampoco es accesible de una manera igualitaria”.
- “No vamos a entender nunca el desarrollo del niño si partimos de nuestras hipótesis como usuarios de un sistema alfabético”.
- “El niño Piagetiano es quien trata de comprender el mundo que le rodea, que formula teorías tentativas acerca de ese mundo; un niño a quien prácticamente nada le es ajeno”.
- “Leer no es descifrar. Escribir no es copiar”.
- “Estamos hablando del futuro y los niños son parte del futuro. Esos niños (todos los niños) no necesitan ser motivados para aprender. Aprender es su oficio”.
- “Los niños -todos los niños-, se los aseguro, están dispuestos a la aventura del aprendizaje inteligente. Están hartos de ser tratados como infradotados o como adultos en miniatura. Son lo que son y tienen derecho a ser lo que son: seres cambiantes por naturaleza, porque aprender y cambiar es su modo de ser en el mundo”.
- “La alfabetización no es un lujo ni una obligación: es un derecho”.
Pero queremos contar el gran impacto que fue para muchos de nosotros conocerla, escucharla y sentir una terrible movilización por sus investigaciones, que ella ofrecía en sus encuentros en Rosario por mediados de la década del 80 y comienzos del 90. Y así los y las maestras empezamos a juntarnos para pensar cómo poner en práctica estas ideas y aparecieron maravillosas experiencias armando propuestas didácticas para sostener, acompañar, complejizar el pensamiento de nuestros estudiantes sobre la escritura. Hubo mucha lectura compartida entre docentes para respetar los procesos de los chicos y chicas a través de diferentes intervenciones y recursos alfabetizadores. Emilia nos marcó, con ella comenzamos un camino que nunca abandonamos y aprendimos que todos nuestros niños y niñas pueden aprender y podemos evitar el fracaso porque todos piensan…