El proceso de resistencia jujeño a la Reforma Constitucional se da en el marco de los intentos por avanzar sobre el litio y los recursos naturales de la provincia y la zona, en claro acuerdo entre el oficialismo y la oposición. La represión al pueblo jujeño fue tan brutal que terminó con cientos de heridos y con personas perdiendo sus ojos.
Actualmente, diversas comunidades originarias se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como parte del Malón de la Paz, acampando frente al hostigamiento del gobierno porteño y la negativa del gobierno nacional a recibirlos.
Desde nuestro gremio apoyamos la lucha del pueblo jujeño nos pronunciamos en contra de la persecución a Andrés García y de toda persecución, considerando elemental la defensa del derecho a la protesta social.